Agrupación Trabajadores del Parque Centenario

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En Parque Centenario, como en el resto de los parques de la ciudad de Buenos Aires, para poder trabajar hay que pagar. Quien quiera vender artesanías, libros o cualquier otro tipo de producto, debe registrarse. Los artesanos pagan un canon y aparte por el puesto; los libreros tienen un sistema similar.
La peor parte se la llevan los vendedores ambulantes, que ofrecen diversos productos. Para trabajar tienen que pagar 5 pesos por día, aunque no trabajen porque hubo lluvia o estuvieron enfermos. Es decir que por fin de semana son 10 pesos, aunque no se trabaje. Quien cobra es la “Mutual”, aliada al GCBA (vía CGP) y la Policía. Teniendo en cuenta que aproximadamente hay 600 personas en la mutual, por mes ésta factura 24.000 pesos.
En Parque Centenario se está dando un proceso de organización contra las mafias que cobran por trabajar en el parque, y sus cómplices estatales. Se ha ido armando una feria paralela, independiente del Estado y la Mutual, donde no se cobra a los compañeros que venden productos para subsistir. Esta feria crece semana a semana.
Por esto la policía buscó amedrentar a los trabajadores junto a la Brigada y los inspectores, haciendo levantar la mercadería bajo amenaza de confiscarla y buscando que se vayan del parque o acaten las reglas de la Mutual.
Los vendedores comenzaron a hacer asambleas en el parque, repartieron volantes, hicieron radios abiertas, y llevan juntadas unas 200 firmas.
Un núcleo de vendedores decidió lanzar la Agrupación Trabajadores Parque Centenario. Con la asistencia legal de Apel se formará una asociación civil. La Agrupación logró, en un día, empadronar a más de 40 vendedores.
Los vendedores se organizan y han comenzado a obtener pequeñas victorias: luego de un apriete de la policía (hace un mes y medio) que fue rechazado con el apoyo de los paseantes, han parado los ataques de conjunto.
Sin embargo, esto también responde a una nueva estrategia. Ahora la persecución es “selectiva”: primero impidieron a los que venden CD armar sus puestos, luego a los de zapatillas, y de a poco tratarán de ir contra todos.
A la persecución se le debe oponer la organización en Asamblea. La Agrupación tiene como principal objetivo lograr la libertad para todo aquel que quiera vender en el parque, bajo la organización y el control de la Asamblea.