Partido

22/8/2018

Culminamos el curso de El Capital en la Zona Oeste

Responsable Educación y Propaganda Zona Oeste

A lo largo de cuatro sábados seguidos, se dictó el curso de El Capital de Marx a cargo de Andrés Roldán, de la CEP, en el local de Morón para compañeros y compañeras de la zona oeste. Una treintena de compañeros participaron y aproximadamente la mitad estuvo presente en tres o más clases. Haber llevado a cabo esta actividad formativa constituye un mérito en si para los militantes del Partido Obrero que han logrado articular esta nueva experiencia en la gran mayoría de los casos, con las campañas en curso, en particular la intensa pelea por el aborto legal.


Al respecto, Marce de la juventud de Hurlingham comentó al finalizar, “Es algo que todos tendríamos que hacer y que tenemos que darnos la tarea para hacerlo llegar a la mayor cantidad de trabajadores y de la juventud posible porque es un método de análisis fundamental para toda la lucha que tenemos en frente.”


De la creación del valor al secreto de la ganancia capitalista


El punto de partida del curso es el mismo con el que comienza Marx en su obra, la mercancía. El doble carácter del trabajo (concreto y abstracto a la vez), una noción que Marx descubre. Hacia la segunda clase, comenzamos diferenciando el proceso de circulación mercantil simple del proceso de circulación capitalista. Marx develó este enigma explicando que dentro del capital, existía una parte de capital constante, o trabajo acumulado, que transfería su valor al producto, mientras que existía otra parte, el capital variable que compra la mercancía fuerza de trabajo, por la cual el capitalista paga la reproducción de sus condiciones de existencia presente y futura, bajo la forma de salario, obteniendo un valor superior, que es la plusvalia.


La transformación de pluvalía en ganancia, desarrollada en la tercera clase, fue un aspecto novedoso incluso en compañeros con algunos años de militancia. La explicación de la formación de la tasa media de ganancia permitió a Marx coronar la teoría de la plusvalía. Es que la masa de plusvalía es igual a la masa de ganancia total de la clase capitalista. Esta masa se distribuye proporcionalmente con el capital total adelantado (variable y constante) de cada capitalista,


La tasa de ganancia, opera como un ocultamiento de la plusvalía. Este fetichismo, se complementa con el fetichismo del trabajo y el capital, en el cual el capitalista aparece como el dador de trabajo, cuando en realidad es quien explota el trabajo ajeno. El fetichismo del salario es otro engaño, ya que queda claro que una parte de la jornada laboral, el obrero se la regala gratis al capitalista. Finalmente el fetichismo del dinero, cuyo carácter es históricamente condicionado, y el de la mercancía, que no es un objeto, sino la relación social dominante entre los productores privados independientes de la sociedad mercantil.


El límite del capital es el capital mismo


La última clase desarrolló la tendencia decreciente de la tasa de ganancia como punto cúlmine del trabajo de Marx. Esta ley es la más importante, y por eso mismo la más ocultada por la burguesía, y cuestionada por las corrientes revisionistas, porque esta ley marca los límites históricos del capital en cuanto fuerza progresiva de la humanidad. Según Nico, de la Ujs de Hurlingham, “el corazón revolucionario que tiene la teoría marxista es la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Ese concepto sirve no solo nos sirve para polemizar con la burguesía en cuanto al desarrollo progresivo que muchas veces esgrimen los economistas burgueses sino también para polemizar con mismos integrantes de la izquierda. Creo que es un concepto muy útil que sirve para clarificar, sirve para delimitarse y establecer la tendencia que tiene a la disolución el capital, que es un proceso histórico, la tasa decreciente de ganancia nos da la premisas económicas para derribarlo, las premisas políticas las tenemos que construir nosotros.”.


Este será el basamento para explicar porque en la actual fase imperialista, el capitalismo ya culminó sus tareas históricas y solo sobrevive como un régimen decadente. Es a su vez, la fase en la cual la burguesía concentra toda una experiencia de dominación política y que sabe que mientras más tambalea el régimen económico tanto más debe utilizar todos los recursos para aferrarse al poder. De ahí el énfasis que los marxistas hacemos en que a la catástrofe, con la miseria generalizada y la tendencia a la guerra, que engendrará choques cada vez más colosales entre las clases sociales, le opongamos la preparación sistemática de la vanguardia del proletariado para ejercer su propia dictadura social. Esta tarea es indisociable de la construcción de un partido revolucionario de vanguardia y de la IV Internacional, que superen la crisis de dirección histórica del proletariado.


Vamos por más


Euge, militante en Morón, calificó de positiva la culminación del curso señalando. “El pilar fundamental para mi es este curso más el curso del Estado. El catastrofismo lo tenía más visto, más entendido y sin embargo fuimos a la base de todo eso y tenés un mayor entendimiento también.” “Es lo más importante para concientizar al trabajador. Es un saber que tendría que estar al alcance de cualquier trabajador, más allá de lo que pueda optar o no.” Y destacó rasgos positivos de la estructuración del curso: la cantidad de clases, el armado de comisiones, el debate extenso, la respuesta a las dudas al comienzo de cada clase, la grabación de las clases, y la propia exposición del cursillista con citas, bibliografía, circuló la información digital. Marce, acotó: “Roldán ha utilizado hasta recursos audiovisuales, como fue el “cuartetazo de la plusvalía”, algo que seguramente los compañeros recordarán.


Como saldo, se puede asegurar que hay entre los compañeros mucha avidez de conocimiento teórico y el pedido de profundizar y de darle una mayor continuidad a la experiencia formativa dentro del partido.