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22/9/2005|918

DGI | Una "conciliación obligatoria" con sabor a victoria

El Administrador Federal apostó durante dos años a arrebatar el triunfo obtenido por la lista Azul y Verde en las elecciones de la Seccional Capital de la Aedgi y posteriormente a negar la existencia de la Mesa Nacional elegida por el 70% de los miembros del Consejo Directivo Superior de nuestro sindicato, para preservar los restos del martinismo en descomposición, funcionales a su manejo arbitrario y despótico del personal. Pero bastó que pusiéramos en marcha el Plan de Lucha por un aumento salarial de 500 pesos a cuenta, y el reencasillamiento en función real de todo el personal, para que toda su soberbia se derrumbara como un castillo de naipes. Fue la fuerza e intensidad de los paros y la movilización de los compañeros lo que le torció el brazo a Abad.

El mismo Abad que no nos atendía y que programaba reuniones con la participación de los martinistas, a las que no asistimos, tuvo que firmar en el Ministerio de Trabajo, el jueves 8 por la noche, una conciliación en la que se reconoce como únicos representantes de los trabajadores de la DGI a los que hasta el día anterior Abad no les otorgaba representatividad alguna, y a aceptar la agenda que impusimos: aumento salarial y reencasillamiento en función real.

Daría toda la impresión de que el gobierno nacional entró en pánico cuando el día jueves por la mañana leyó en Infobae una nota a toda página con titular en tapa que decía que la presión sindical había llegado hasta la Afip.

Este paso no ha hecho más que fortalecer la convicción de los compañeros -expresada en muchas asambleas- de que la lucha es el camino para obtener las reivindicaciones. Las fuerzas están intactas y vamos por los 500 pesos para la categoría más baja, para llegar a un salario mínimo igual a la canasta familiar, y que todos los compañeros sean reencasillados de acuerdo a la tarea que desempeñan.

Corresponsal