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7/12/2011|1206

El Argentinazo, diez años después

"Ahora tenemos al FIT", señaló Edgardo Reynoso, al establecer una diferencia entre la crisis que culminó con el Argentina») de 2001 y la situación abierta con la crisis que una década después recorre el mundo capitalista. Reynoso compartió con Pablo Rieznik una de las mesas del picnic, consagrada precisamente a trazar el balance y las perspectiva del Argentinazo. El dirigente de izquierda Socialista situó el levantamiento de una década atrás como el remate de un largo proceso de ludias que arrancaron desde los inicios del gobierno de Menem, con el Santiagueñazo al comienzo de los años '90, y que conoció un proceso ascendente a partir de los cortes de ruta y del nacimiento del movimiento piquetero en los años 97/98.

Reynoso subrayó además la vigencia del Argentinazo en la impotencia del kirchnerismo para dar cuenta del actual derrumbe capitalista, y celebró la reciente declaración del Frente para convocar a la lucha contra los tarifazos como un gran paso adelante. Denunció además el papel de la burocracia sindical en el bloqueo a la insurgencia de las masas en 2001 -tanto de la CGT y la CTA- y denunció lo que llamó el doble discurso oficial, que -dijo- es el mismo de Evo Morales o el de Chávez, comprometidos -añadió- en la defensa del orden capitalista. Una denuncia que creyó oportuno extender a lo que caracterizó como la política restauracionista en Cuba.

Rieznik retomó en su exposición algunos de los puntos de la exposición de Reynoso. Puso de relieve al alcance nacional e internacional de la experiencia menemista, presentada en su momento como ejemplo mundial de la "reconversión" del capital Juego del derrumbe de la ex URSS. Las privatizaciones en masa y el ataque en regla a un siglo de conquistas obreras fue presentado como la adaptación a un capitalismo triunfante que ascendería en flecha, sin más crisis ni desafíos que lo condicionaran. Fue en la época en que Kirchner presentó a Menem en Santa Cruz, como el mejor presidente de la historia.

Rieznik puso de relieve que las luchas y resistencias contra el menemismo rematarían con el Argentinazo, cuando empalmó con un gigantesco colapso capitalista internacional. Destacó que el derrumbe se transformó en una disolución del tejido social y hasta en una desintegraron nacional. El cuadro se completaba con el colapso del régimen político, con los dos partidos populares de la burguesía en estado de demolición. Para Rieznik, el kirchnerismo se valió de la miseria salarial y la bancarrota capitalista y las condiciones del mercado mundial para brindar al capital financiero y exportador lucros descomunales en la última década (mostró que el costo laboral unitario es aún hoy 20% más bajo que en... 2001). Pero agregó que fue en el terreno político donde el oficialismo libró una batalla de cooptación y prebendas para enfrentar el proceso de reconstitución del movimiento obrero, con la colaboración de la burocracia sindical y de una izquierda que ahora, diez años después del Argentinazo, se sumó a la empresa oficial o la centroizquierda sojera. Lo cual, concluyó, le asigna un valor especial al desarrollo que ha tenido ahora al Frente de Izquierda como protagoniza. Rieznik concluyó que si el kirchnerismo surgió dé una gigantesca crisis mundial como recurso de emergencia de los explotadores, diez años después esa misma crisis lo condena como experiencia política.

Un animado debate concluyó el debate planteado por la mesa.