Partido

14/12/2006|976

El asesinato de Martín Castelucci

PATOVICAS EN LANÚS

 

El asesinato de Martín Castelucci, a manos de dos patovicas, ha sacado a la luz, una vez más, la terrible situación que día a día le toca vivir a la juventud. El caso de Martín es uno más entre muchos: poco tiempo atrás, Beimar Mamani falleció por las mismas causas.

Pero en este caso en particular, es posible sacar una serie de conclusiones muy importantes. Luego de la muerte de Martín, fue excarcelado uno de los patovicas acusados de homicidio, supuestamente porque “no hay elementos suficientes para comprobar si tuvo alguna participación en el crimen del joven de 20 años” (Clarín, 10/12). Esto generó una tremenda bronca por parte de los cientos de jóvenes que marcharon hacia el boliche “La Casona” reclamando justicia, lo que culminó en el incendio del frente del boliche y el enfrentamiento posterior con la policía, que reprimió a los manifestantes mientras protegía a los dueños del boliche que estaban adentro.

La reacción popular contra el fallo judicial que liberó al patova puso al desnudo el verdadero carácter de la Justicia. Efectivamente, fue incapaz de castigar a uno de los asesinos de Martín. Pero esto no fue casual. Es la misma Justicia que meses atrás sobreseyó a Aníbal Ibarra, principal responsable de la muerte de casi 200 pibes en el boliche “República Cromañón”. Es decir que el aparato judicial se pone en contra de las luchas contra la impunidad y por la seguridad en los boliches; en este sentido es parte del entramado que permite que sigan sucediendo estas atrocidades.

Es por lo tanto fundamental entender que la lucha por que se haga justicia frente a la muerte de Martín choca directamente con los intereses de los empresarios de la noche que necesitan hacinar a la juventud en los boliches y discriminarla para ganar más plata (“El boliche tiene varios precios de entradas. Si sos blanco te cobraban 5 pesos, si sos morocho, 15 ó 20. O como le paso a un amigo: te prohíben entrar” — Clarín, 10/12). La lucha por Martín debe ligarse a la lucha por Beimar y por los 194 compañeros muertos en Cromañon, así como también al reclamo de lugares de esparcimiento y diversión para la juventud bajo gestión de sus trabajadores; y por lo tanto, enfrentarse al gobierno de Kirchner, Solá, Telerman y todos los demás.

Debemos unir nuestros reclamos y movilizarnos para enfrentar a este Estado asesino. Se plantea la necesidad de organizar a la juventud en términos revolucionarios.

 

Juan M.