El 2 de febrero, una patota enviada por el Intendente y respaldada por la policía, atacó a un grupo de artesanos que intentaba vender sus trabajos. La represión desató un generalizado repudio popular.

Aunque la patota ha desaparecido de las calles de El Bolsón, sus integrantes ya fueron identificados en una rueda de reconocimiento ordenada por el juez. Al mismo tiempo, se sigue armando actividades y debates contra de la represión.

El jueves 14 una movilización integrada por docentes y representantes de organizaciones populares acompañó a declarar ante el juez a la compañera Mali Quintillán, denunciada por el municipio por “impedir un procedimiento". En ese momento se le entregaron al juez las firmas y pronunciamientos contra de la represión, por pedido de juicio político al intendente y por el cese de denuncias a la compañera Mali o cualquier trabajador que enfrente los ataques del estado.

Adhirieron a esa campaña: vecinos de El Bolsón, docentes rurales y urbanos, supervisores escolares, artesanos de la feria regional y de la paralela, grupo musical "La Seca", ATEN Junín de los Andes, ATEN Plottier y el plenario de secretarios generales de ATEN provincial. El sábado 23, en una nueva actividad, se presentó especialmente una conocida y contestataria murga local.

Como consecuencia de la represión, uno de los vecinos golpeados sufrió la fractura de un brazo y debió ser operado, por lo que esta imposibilitado de trabajar por mas de tres meses.

Se han desarrollado reuniones con activistas locales para lanzar una campaña de fondos; se está discutiendo que cada denunciante se transforme en querellante de la causa para llevar a fondo el pedido de juicio y castigo al intendente y a todos los responsables de la represión.

Corresponsal