La realización del acto público de nuestro partido de la Ciudad de Buenos Aires, fue un caso excepcional de oportunidad política. No solamente porque nos permitió denunciar la provocación del día anterior, montada por Aníbal Fernández, sino especialmente desarrollar las dos cuestiones que han cobrado la mayor actualidad: la lucha de conjunto contra el gobierno de Macri y la apertura de una deliberación política para agrupar a todos los que defendemos una posición de independencia de los trabajadores frente a los bloques capitalistas que se disputan el desenlace de la crisis política en curso.

De aquí en más el compromiso es empeñarnos en la unificación de las luchas de la Ciudad, sean del sector público como de las empresas privadas, porque en definitiva éstas, como ocurre con el Subte, ocupan un lugar estratégico en el movimiento obrero y en la vida cotidiana, pero también contra las grandes marcas que explotan el trabajo esclavo. Y unir asimismo a obreros y a estudiantes. Esta unificación debería ser el cometido de las centrales obreras en la Ciudad.

Por otro lado, sin embargo, a través de esta lucha debemos dar pie a un reagrupamiento político de fuerzas, lo cual exige intercambio de opiniones, deliberación y discusiones. Nuestro partido planteó en el acto una decidida acción para aprovechar la transición política que crea la crisis, para poner en pie una alternativa de los explotados.