ELECCIONES EN EL SINDICATO DOCENTE DE SANTA CRUZ | La burocracia y la izquierda recuperan Adosac

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Las elecciones de Adosac (el sindicato docente de Santa Cruz) terminaron, a nivel de toda provincia, con el triunfo de la Lista 2, que obtuvo 932 votos contra 492 de la Lista 1, a nivel de la provincia. En la filial de Río Gallegos también ganó la Lista 2, sólo que por escasos nueve votos: 242 a 233 de la 1.
La Lista 2 está constituida por elementos de la Lista Celeste (burocracia de Ctera), de la Lista Verde (que fue expresión del gobierno en elecciones pasadas), de la CCC y desmoralizados de la izquierda, unidos básicamente en torno a un punto: sacar al FUT-PO de la Adosac, un objetivo que el gobierno viene alentando desde que la Lista Rosa recuperara el gremio de las manos de la burocracia, agente del gobierno K de la provincia. Aunque la composición política más derechista se dio en la Lista 2 de Río Gallegos, expresa un rejunte de conjunto de la burocracia, desmoralizados e izquierda sin otro propósito que el expuesto.
La Lista 1 congregó un sector de la Rosa que es independiente pero rechazó la campaña contra el partido, la militancia del FUT-PO, sectores de izquierda no encuadrada y una compañera del MAS.
El dato inocultable sobre el campo que escogió el gobierno fue la abierta movilización de funcionarios a favor de la Lista 2, lo que en un resultado tan ajustado fue decisivo en el caso de la filial Río Gallegos. El gobierno actuó a sabiendas que el rejunte de la izquierda, los desmoralizados y la burocracia actuaba a cuenta de sus propios intereses, no de los de los trabajadores de la educación. La campaña electoral de la Lista 2 se desplegó en torno a un faccionalismo que no tuvo límites: el enemigo pasó a ser no el gobierno sino los militantes de izquierda agrupados en partido. El PCR, corriente orgánicamente aliada a la burocracia de Ctera, es una expresión de esta cloaca: “algunos de los que lo conducían (a Adosac) por ejemplo Del Plá, se alejaron de las bases, de la discusión en cada escuela, con cada compañero, utilizándolo con fines partidistas, sectarios, electoraleros y no en beneficio del docente” (Hoy 1087, 19/10).
Un objetivo amasado durante nueve años
Kirchner trató por todos los medios de echar al FUT de la Adosac. Con listas oficialistas, siempre derrotadas por la Lista Rosa unida. Con la represión, como el apaleamiento al cacerolazo, entre 2000 y 2002. Fundando gremios y mutuales paralelas que nunca lograron vuelo. En oposición, la Lista Rosa conquistó todas las posiciones posibles de ser ganadas en las Juntas, el Consejo de Educación y la Caja de Previsión.
A partir de 2003, que coincide con el ascenso de K al gobierno nacional, comienza un operativo de quiebra interior de la Lista Rosa. En este año se produce una primera gran crisis en Adosac, con la decisión de abandonar la CTA, contra la posición del FUT PO de defender a toda costa esa posición y volcarla en apoyo a la Lista Negra de Río Turbio, frente a la interna de ATE. En esa oportunidad, la justa lucha contra el fraude electoral en la CTA fue utilizada por el bloque antipartido en Adosac para dejar caer la propia central sindical de la provincia.
Clave: no a la oposición en Ctera
El siguiente paso de la crisis fue la negativa de este mismo bloque a participar en la lista opositora a la burocracia en 2004, un paso que tiene su lógica a la luz del reagrupamiento posterior. La presentación de una parte de la Rosa, encabezada por Miguel Del Plá, en representación de Tribuna Docente en la Lista opositora a la burocracia de Ctera marcó el punto de ruptura irreversible y el comienzo de una campaña facciosa pocas veces vista. Paralelamente, la dirección provincial de Adosac fue vaciada de cualquier contenido, dejó de participar en los Congresos de Ctera —en los que, bajo la conducción del FUT-PO—, se había constituido en la referencia de la oposición a la burocracia y hasta llegó al punto de retacear la lucha por la libertad de los presos. El argumento de abandonar todo para “concentrarse en la organización interna” era una farsa, porque ésta fue abandonada a su suerte: hoy existen menos filiales organizadas en el interior que antes de la quiebra orquestada en el sindicato docente.
Este giro a la derecha pudo haber sido potenciado por la derrota de la huelga de 2004, empeñada en el aumento del básico y la eliminación del presentismo —política de estado del gobierno K desde su primer experiencia en la provincia.
Límite a la descomposición
Los casi 500 votos obtenidos por la Lista 1 son una base de hierro para contener el proceso de descomposición abierto en Adosac y abrir una nueva perspectiva frente a un bloque que no tiene otra perspectiva que la adaptación a la política del gobierno y la confluencia con sus objetivos.
Son votos propios de un agrupamiento decidido a luchar por los reclamos insoslayables que dejó pendiente la huelga de 2004 y férreamente anclado en la independencia política frente al gobierno falsamente “nacional y popular”. Son votos que tienen un respaldo político de masas, si se aprecia la excelente elección del FUT-PO y en particular de los mismos dirigentes que han peleado la interna de ADOSAC, Latini y Del Plá en primer lugar.
Vamos por el salario (y la derogación del presentismo)
El gobierno ha continuado con la política de aumentos de suma fija y básicos congelados que viene desde 1990 y la situación salarial se ha deteriorado relativamente en comparación con otros docentes provinciales. Santa Cruz sigue siendo el modelo de Kirchner para flexibilizar, con un presentismo de 250 pesos por cargo y 400 de suma fija (que se paga por un solo cargo). Aplicadas sobre básicos irrisorios de 161 pesos para el cargo testigo, antigüedad y zona no aportan cifras significativas.
La “madre de todas las batallas” planteada por la Lista 1 y Tribuna Docente está planteada.
Por una Adosac de lucha e independencia respecto al poder político.