Partido

30/3/2017|1452

Falleció un gran dirigente obrero


Este domingo 26 falleció nuestro compañero, militante de Merlo, Francisco Obregón. Fue uno de los pilares proletarios de la vanguardia obrera de la década del ’70 y de nuestro Partido.


 


En 1973, hace 44 años, se incorporó a Política Obrera (antecesora del Partido Obrero) cuando era delegado en una fábrica metalúrgica de San Martín, en “busca de una orientación”, según sus propias palabras.


 


Lo despidieron y consiguió trabajo en una fábrica de La Matanza, en Roura La Metal. Al poco tiempo fue elegido delegado. Era minoría dentro de un cuerpo de delegados con mayoría de la JTP (Montoneros), pero se fue abriendo camino con su palabra y sus orientaciones clasistas. Fue quizá su “época de oro”, donde tuvo un destacado protagonismo al poner en pie a la famosa Coordinadora Metalúrgica de La Matanza, que jugó un papel decisivo en la huelga general de junio-julio de 1975. Política Obrera tenía un importante trabajo entre los metalúrgicos de La Matanza. En su círculo eran todos delegados de plantas metalúrgicas (Siam, Yelmo, Martín Amato, Terma, etc.).


 


Hablando de Yelmo, la gran metalúrgica de más de 1.000 obreros, Francisco escribió parte de sus memorias en las siguientes líneas: “Ahí no era fácil. Estaba la agrupación Ignacio Rucci y era pesada pesada. Nuestros compañeros se bancaron unos cuantos años de la presión de los matones. El 17 de marzo del ’76, la Coordinadora convoca a una movilización al sindicato para pedir un congreso de delegados, pero previamente teníamos que concentrarnos frente a Yelmo. Los obreros querían sumarse y concentrarse junto a la Coordinadora. Esto hizo que los matones se pusieran en la puerta para que no pudieran salir. Los obreros terminaron a las trompadas con los matones para poder manifestarse. Al día siguiente se echó a todos los matones de la fábrica y se eligieron nuevos delegados, y Julio V., nuestro compañero, quedó como delegado general de la fábrica. Pero duró solamente seis días, ya que el 24 fue el golpe de Estado”. En este tumultuoso proceso del clasismo se destacó Obregón.


 


Toda su vida fue dedicada al partido, bajo la dictadura y bajo la democracia. Fue uno de los pilares del trabajo de legalización (afiliaciones) del Partido Obrero en Merlo en 1983. En cualquier conflicto obrero en la zona (lo recuerdan los choferes de TDO-Ecotrans, etc.) estaba el ‘Gordo’. Y luego, en la lucha por poner en pie al Polo Obrero y las coordinadoras barriales en el Argentinazo. A pesar de que varios años atrás tuvo dificultades de salud importantes, se mantuvo todo el tiempo en actividad. En el anterior Congreso del Partido Obrero participó activamente de los plenarios precongresales. En el actual proceso precongresal ya no pudo.


Estuvo internado y finalmente la muerte lo sorprendió en su casa.


 


Al cumplir 40 años de militancia, después de las Paso de 2013, escribió: “Estoy orgulloso y feliz de pertenecer al Partido Obrero y por este Frente de Izquierda (…).


Quiero felicitar a cada uno de los militantes de este Frente por el esfuerzo que hicimos para llegar casi al millón de votos. Ahora tenemos que redoblar el esfuerzo por meter diputados por Capital y provincia. ¡Vamos compañerxs! ¡Vamos que llegamos al Congreso Nacional!”.


 


Tenía razón: llegamos al Congreso Nacional y luego en 2015 volvimos a repetir en la provincia de Buenos Aires, con la reelección de Néstor Pitrola para diputado.


 


El orgullo es del Partido Obrero, por tener en sus filas a hombres de la talla de Francisco Obregón.


 


A sus familiares, a sus hijas, a los compañeros del Partido y del Polo de Merlo, a los simpatizantes que lo han conocido, nuestro abrazo fraternal. Francisco Obregón, ¡hasta la victoria siempre!