Partido

3/4/2008|1031

Foetra Buenos Aires no tiene que apoyar al gobierno de Telefónica

Cuando entraban los dirigentes del paro agrario en la Rosada, salía del despacho de Cristina Kirchner el presidente de Telefónica a nivel internacional, César Alierta. La reunión, después de la mantenida con la UIA, formó parte del "respaldo" al gobierno de parte de numerosos sectores de la burguesía que al mismo tiempo pedían, como la propia Presidenta, el "diálogo" con el campo.

No es de extrañar: se trata del pulpo que más está ganando a partir de la telefonía móvil, de los enjuagues tarifarios pactados con el gobierno, de la renovación indefinida de las concesiones de la red fija, de la penetración de las compañías en el negocio del cable y la banda ancha, y especialmente del formidable proceso de tercerización y de superexplotación de la juventud trabajadora montado en los ‘call center’.

Por otra parte, mientras se discute la retención de una parte de la ganancia extraordinaria por la devaluación monetaria sobre campos que son propiedad de los capitalistas agrarios, las telefónicas operan como propias, con toda la ganancia para ellas, las redes públicas de teléfonos. Telefónica, que ahora ha comprado Telecom, no paga ninguna retención sobre las ganancias (absolutamente fabulosas) que gira a Madrid.

Al mismo tiempo, afuera de la Rosada flameaban las banderas de Foetra Buenos Aires, apoyando al gobierno que es socio íntimo del grupo Whertein, que tiene el 44% de las acciones de Telecom, ahora también subsidiaria internacional de la Telefónica. Junto a Repsol, es líder de los negociados de las privatizadas españolas en la Argentina.

Por si quedaran dudas, la Comisión Directiva publicó una solicitada en el diario Crítica reivindicando las retenciones (como) "única manera de frenar la carestía". Pero no reclamó las mismas retenciones.

El que reventó la gran huelga derrotada por la incorporación de las tercerizadas a convenio, o el que mandó a morir la incorporación de Atento, propiedad de Telefónica, al convenio Foetra; fue este gobierno de la "burguesía nacional", que impulsa las ganancias de los pulpos agrarios con un peso devaluado y tolerando que no paguen los impuestos inmobiliarios rurales.

El 18 de marzo, día del telefónico, la directiva en pleno reunió a todos los telefónicos que pudo en un asado con De Vido, Moreno y Moyano, en lugar del tradicional acto masivo del gremio que reivindicaba precisamente el día de la nacionalización de los teléfonos.

La lucha contra la oligarquía supone ante todo la lucha contra las telefónicas y el gobierno privatista que las respalda a ellas y a los terratenientes con los que hoy disputa. Foetra Buenos Aires debería estar convocando asambleas para discutir la paritaria que vence en julio, que debería ser adelantada ante la escalada inflacionaria; debería reagrupar al gremio para arrancarle a las poderosas telefónicas un mínimo equivalente a la canasta familiar y colocar a los trabajadores en la vereda de la independencia política de esta disputa entre dos bandos capitalistas a expensas del salario de los trabajadores.

Los moyanistas y la CTA telefónica no quieren dejar lugar a dudas, no ya sobre su alineamiento político al gobierno, sino sobre su subordinación a las pautas oficiales antiobreras en materia de convenios y antinacionales en su relación con las privatizadas. Llamamos a todos los delegados y al activismo combativo a fijar posición independiente e impulsar que la paritaria salga del secreto, se adelante su vigencia y su pliego sea votado en asamblea general.

Néstor Pitrola