El acto que se está organizando en Mendoza ha sido tomado como parte de una lucha política más que importante por las asambleas del Polo Obrero y los barrios organizados.

La campaña militante en los barrios viene siendo una locomotora, y revela que los compañeros/as precarizadas y desocupadas intervienen políticamente junto a la persistente lucha por sus reclamos.

En decenas de asambleas las/os delegados han llamado a los vecinos a debatir las implicancias de la crisis, la importancia de romper con el FMI y con ello patear la tregua que mantienen las burocracias y las organizaciones sociales , construir una perspectiva política propia y así avanzar en los reclamos más que postergados.

Los debates, la acción callejera con pegatinas y volanteadas preparando el acto, son una escuela política donde cientos de compañeros/as demuestran sus intenciones de recomponerse como clase social y mejor las explican, ¿sino para que repartir un volante que cuestiona todo el régimen?

La movilización política que se extiende en decenas de barrios desde Guaymallén, pasando por Maipú, Luján, el este mendocino y más, viene de demostrar la tenacidad a luchar por los reclamos y por ejemplo defender el derecho a la tierra y la vivienda montando dos movilizaciones gigantes por Guernica.  Estas movilizaciones no lograron ser vaciadas por las organizaciones que desprecian los planteos de Frente Único Piquetero y prefieren mantener “sellos de goma” en nombre de la unidad.

Todos estos antecedentes están sentando la base de una gran concurrencia desde los barrios al acto convocado este viernes 13 frente a la Legislatura mendocina y un salto político en la organización de los mismos, ganando a cientos de luchadores a la idea de que debemos bajar este régimen de hambre y saqueo de los que gobernaron en las últimas décadas.