El viernes pasado, por la noche, recibimos la triste noticia del fallecimiento de nuestro querido compañero Raúl Stevani. Algo más de 12 horas más tarde, el sábado al mediodía, se realizó un sentido homenaje y despedida, organizado por su familia y del que tomaron parte amigos, decenas de compañeros del Partido Obrero y de otras organizaciones.

El homenaje estuvo a la altura del enorme compañero que lamentamos despedir. Una gran persona y un gran militante de más de 40 años, con una enorme trayectoria de construcción política del Partido Obrero, incluso bajo la dictadura militar, y de lucha en el terreno sindical, como delegado de base del gremio Adulp en Agronomía, militante de la Agrupación Naranja y referente de la oposición antiburocrática del gremio, y también como delegado de ATE en el Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires.

Raúl se destacó en la construcción de las asambleas populares en el proceso del Argentinazo, como organizador de la asamblea del barrio El Mondongo. En el último tiempo, fueron numerosos sus aportes a la lucha por la defensa del medioambiente, por su formación como ingeniero agrónomo, siempre con una perspectiva socialista del problema ambiental.

Como propuso Lucas, su hijo, la despedida fue en sintonía con la vida de Raúl: las más de 100 personas que nos hicimos presentes cortamos la calle frente a la casa velatoria y adoptamos el método de asamblea, dando lugar a emocionantes intervenciones de sus hijos Lucas, Flor, Lali y Nacha, de Amelia -madre de todos ellos y compañera de tantos años de Raúl- y de compañeros y amigos. También tomaron la palabra Néstor Pitrola, Romina Del Plá y Daniel Rapanelli, dirigentes del Partido Obrero, entre otros compañeros.

Las intervenciones retrataron a Raúl de cuerpo entero. Una persona por demás cariñosa, cálida, hospitalaria y siempre a disposición de quien lo necesitara, un padre que siempre acompañó y demostró su amor profundo a sus hijos y a toda su familia, y un compañero tenaz en su militancia y en su lucha por el socialismo, que llevó adelante hasta el último momento con el compromiso de aquellos que, en palabras de Brecht, son imprescindibles. Como se dijo en una de las intervenciones, se fue un verdadero maestro de la militancia y de la vida.

Sin dudas, estas características fueron las que hicieron que Raúl se ganara el respeto e incluso el cariño de propios y extraños. Durante el día sábado, no dejaron de llegar mensajes de despedida de militantes y organizaciones, como el de las asambleas vecinales (Barrio Norte, Inundados de Tolosa, Parque Castelli), y el de las organizaciones del Frente de Izquierda Unidad (PTS, MST e IS) y del Nuevo MAS que se hicieron presentes en la despedida con sus respectivas delegaciones. La conducción de Adulp también lo despidió desde las cuentas oficiales del gremio, recordandolo como “un militante incansable y comprometido con la Educación Pública”.

Es cierto que, con la partida de Raúl, se nos fue una parte importante de la historia del Partido Obrero y en particular de nuestra regional La Plata, Berisso y Ensenada, pero esa historia constituye un legado importantísimo para quienes hoy continuamos su lucha.

Para terminar, nos quedamos con la cita que del libro “Una muerte muy dulce” de Simone de Beauvoir que extrajera su hija Lali: “Dura tarea la de morir, cuando se ama tanto la vida”. Porque, ¿de qué otra forma, si no es amando la vida, se puede vivir con la intensidad con la que vivió Raúl?

¡Raúl Stevani presente, ahora y siempre!

 

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