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9/11/2006|971

HOSPITAL FRANCES | Doble atropello en una sola resolución judicial

El auto de procesamiento del Dr. Javier Anzoátegui, titular del juzgado de instrucción n° 4, tiene el peculiar mérito de consumar dos atropellos en una sola resolución judicial.

El país entero fue testigo, a través de los medios televisivos, del ataque que sufrieron trabajadores y periodistas en el Hospital Francés por parte del gobierno de Kirchner, que utilizó para ello un grupo de choque liderado por un convencional metropolitano del PJ, directamente vinculado con la intervención del hospital, que a su vez está dirigida desde la jefatura de gabinete. Forzado a tomar alguna medida contra la patota, por la elocuencia de las imágenes y la repulsa popular, el obediente poder judicial procesó en el mismo fallo a los “batatas K”, a las autoridades de la intervención del Hospital, y a seis trabajadores.

El juez, que el día de los hechos no se molestó en concurrir al lugar ni en ordenar la detención de los agresores armados que irrumpieron en el hospital ante la mirada atónita de toda la sociedad, usó los testimonios de los mismos policías y vigiladores privados que protegieron a la patota para justificar el insólito procesamiento de los agredidos a la par de los agresores.

La absurda resolución judicial, que sanciona con más dureza a las víctimas que a los victimarios, es una clara extorsión para imponer la propuesta del gobierno, que apunta a desguace del Hospital Francés y la implantación de una mayor flexibilidad laboral.

Estamos ante una operación política del gobierno, que sigue usando todos los mecanismos de represión del Estado contra la lucha obrera, desde la fuerza directa de la patota oficial que simula “tercerizar” lo que es claramente política de Estado, hasta el poder judicial, que criminaliza luchadores mientras garantiza la impunidad de los represores, convirtiendo el procesamiento de los activistas en moneda de cambio y extorsión.

No al procesamiento de los delegados y trabajadores del Hospital Francés.

Juicio y castigo a la patota, sus instigadores intelectuales y responsables políticos.

Claudia Ferrero, abogada defensora de los trabajadores procesados del Francés