Partido

3/11/2005|923

“KIRCHNER ES MI AMIGO” (George W. Bush)

Kirchner es mi amigoTiene razones para decirlo. El gobierno Kirchner ha consumado una operación de canje de la deuda externa en beneficio de los acreedores externos, luego que fondos buitres norteamericanos lucraran con el default.

Ha pagado peso sobre peso y como ningún gobierno la deuda con el FMI y los organismos internacionales.

Fue pionero, junto a Brasil, en el envío de tropas a Haití como relevo de las tropas destinadas a la ocupación de Irak.

Ha sido saludado en el informe anual del Departamento de Estado por su cooperación en la vigilancia de la “triple frontera” en el mismo momento en que arrecian las versiones sobre la probable instalación de una base militar norteamericana en Paraguay o en el vía libre a la CIA en nombre de la lucha contra el terrorismo y la droga.

Está dispuesto incluso a hacer avanzar el ALCA, a condición de los buenos oficios del presidente norteamericano con el FMI

La “recepción” a Bush en la Argentina tuvo lugar, en realidad, antes de su llegada.

Con la provocación montada frente al estallido popular en Haedo, Kirchner salió a defender todos los grandes curros de las privatizaciones. Su ministro del interior y provocador profesional, buscó conspiraciones donde no las hay en vez de ordenar la estatización del servicio ferroviario en manos de la familia Cirigliano, a la cual están por entregarle también la empresa aérea SW.

“Seguridad jurídica” a los inversores, que le llaman.

Al mismo tiempo, en Avellaneda, una patota del intendente duhaldista Cacho Alvarez atacó a balazos a trabajadores municipales que reclamaban un aumento de sus salarios.

La línea de defender el superávit para pagar la deuda, no para actualizar salarios y jubilaciones, es cuestión de estado.

(Aníbal Fernández hizo una encendida defensa de la patota duhaldista de Avellaneda, una semana después de denunciarlo como representante de la “vieja” política).

Cerrar filas es la voz de orden para aplastar la rebeldía popular y recibir al carnicero de los pueblos del mundo.

Cerrar filas defendiendo las privatizaciones y a los grandes monopolios que lucran cotidianamente con los recursos y la vida del pueblo.

Cerrar filas para rogarle a Bush un acuerdo con el FMI, es decir para seguir pagando la deuda externa.

Cerrar filas para aceptar el ALCA, es decir, la colonización y la entrega completa al imperialismo, especialmente al norteamericano.

Parece que la orden ha sido aceptada por los hasta ayer opositores, como Carrió, Binner y cia., que no han abierto la boca para repudiar la presencia de Bush y la entrega nacional.

Los integrantes del Encuentro de Rosario cumplen también su tarea, armando una ´Contra Cumbre´ con dinero oficial, para vaciar todo lo posible las manifestaciones antiimperialistas en acuerdo con el gobierno.

El Partido llama a movilizarse contra la presencia de Bush en la Argentina y contra todos los gobiernos cipayos que defienden los intereses del imperialismo en sus países. Luchar contra Bush es terminar con las privatizaciones, con el pago de la deuda externa y con la miseria salarial de nuestro pueblo.