La Cava, Juan Carr, la Iglesia y las ONG

Seguir
El anfitrión de los periodistas extranjeros que visitaron La Cava el pasado 14 de diciembre fue Juan Carr, titular de la ONG Red Solidaria y miembro activo de la escuela Santo Domingo Savio del barrio. Detrás de la visita de la hija de Bush también actuó otra ONG: la Casa Galilea. Ambas instituciones dependen directamente del obispo de San Isidro, Jorge Casaretto, presidente de Cáritas.
Las ONG han copado desde hace unos años el barrio montando una enorme red de de privatización de la asistencia social. A través de ellas, gran parte del poder del barrio es manejado directamente por los grupos capitalistas que las financian (por la vía de las “donaciones” aportadas por la evasión de impuestos y dinero “negro”). Pero, además, la escuela de Carr está sostenida económicamente por el Municipio y la Provincia, lo que le permite tener la jornada completa y los talleres a contraturno que tanto reclaman los docentes de las escuelas públicas aledañas (25, 19, 21, 31, CEC, Técnica 1). Con la propaganda capitalista y el respaldo oficial a su favor, la Domingo Savio y las ONG tienen el monopolio de las donaciones “solidarias” para la villa. Una caja vedada para decenas de trabajadores que ponen el lomo día a día en el barrio con pésimas condiciones laborales y edilicias (pozos negros saturados, baños en pésimo estado, instalaciones deficientes de gas y electricidad, vidrios sueltos y faltas enormes de mobiliario escolar).
Las ONG no responden al interés de la “comunidad” sino a quienes las financian. Por eso no es de extrañar que en La Cava desde hace años cumplan un papel de contención ante la incertidumbre habitacional que aqueja a miles de vecinos. Por eso Posse y la patria inmobiliaria les dieron un lugar especial en la “Mesa de Integración Social” que reparte las casas del Plan Federal. Los vecinos del Barrio Angelita (la mayoría ex habitantes de La Cava) recuerdan la gran lucha contra el Obispado que reclamaba las tierras que ellos necesitaban para montar su barrio. Gran parte de ellas siguen copadas ilegalmente por la constructora Puppo Hnos., contratista amiga de Posse.
El dinero de las donaciones es una suerte de caja negra para la agitación política y la promoción de personajes como Blumberg, a quien Carr respaldó de entrada impulsando el famoso petitorio de mano dura. La Red Solidaria organizó junto a Casaretto, en especial en San Isidro, la asistencia a las primeras movilizaciones del ingeniero. Hoy el mismo Carr está siendo promovido como candidato por varios partidos patronales.
En La Cava, Carr, la Iglesia y las ONG son un ariete de la burguesía contra la organización independiente de los trabajadores que luchan por sus viviendas.