Partido

28/8/2003|815

La elección del Partido Obrero

El Frente Cívico y Social ganó las elecciones provinciales; obtuvo casi el 50% de los votos y mantuvo la Intendencia de la capital y la mayoría de los municipios; incluso recuperó el de Belén, y logró por primera vez el de Fray Mamerto Esquiú. Estos resultados le permiten mantener una cómoda mayoría en las dos cámaras y en la mayoría de los concejos municipales.


En concreto, el FCyS, que ha hundido a la provincia en la mayor bancarrota económica y social, ha logrado afirmarse en el poder, cuando en marzo todas las encuestas lo daban perdedor por un fuerte margen ante el PJ. Es indudable que han influido de manera decisiva los cambios operados en la situación nacional, que significaron el desplazamiento de Barrionuevo y sus camarillas (del Pami, del Anses y de otros ámbitos del poder); la decisión judicial de rechazar su candidatura, y también el apoyo del gobierno nacional al Frente Cívico. El domingo a la noche, Brizuela del Moral anunció que su política iba a ser la de Kirchner, lo cual en Catamarca quiere decir: apoyo a las grandes corporaciones mineras. Brizuela del Moral anunció también que forzará a los beneficiarios de los planes sociales a emplearse en la cosecha del olivo como lo reclama la cámara respectiva, asegurándose así una mano de obra superbarata. El PJ obtuvo casi el 45% de los votos, pero perdió la gobernación y posiciones en los municipios.


El centroizquierda (Fregen-Ari) hizo una de sus peores elecciones: sacó solo un tercio de la elección del 2001. IU y el PH se presentaron solo para confundir y dividir y para censurar y difamar al PO.


La campaña del PO


El PO hizo una campaña centrada en la lucha por conquistar una banca en la Legislatura. Tuvo un fuerte impacto, pero los resultados importantes obtenidos no alcanzaron para conquistar la banca. A nivel de la candidatura a gobernador obtuvimos en toda la provincia casi el 1%, y a diputados el 1,7%. Estas cifras son mucho más elevadas en las zonas donde concentramos la campaña. Así, en la capital, a gobernador casi llega al 1,5 (a diputados el 3%); en Valle Viejo, el 2,5 (casi 5% a diputado); en Fray Mamerto Esquiú, en diputados llegamos al 2%.


En varias mesas de la capital llegamos al 10%. En la capital también hubo numerosos votos anulados con votos cortados a favor del PO a diputados, pero mal puestos.


Comparada con la mejor votación realizada hasta el momento, que fue la de marzo de 2001, triplicamos los votos a gobernador y quintuplicamos los votos a diputados.


El PO hizo una campaña muy militante. Ganamos la lucha por las paredes. Todo el valle central (capital, Valle Viejo, Fray Mamerto Esquiú) estuvo copado por los afiches del PO. Se cubrieron con fiscales 300 mesas en toda la provincia, se publicó autofinanciada una solicitada firmada por más de 70 personalidades, se obtuvieron otros recursos que permitieron financiar gran parte de la campaña, se realizó un gran acto-caravana de cierre que hizo su alto en la Plaza Central en apoyo a la mujeres acampantes por la vivienda; luego en la Legislatura que estaba ocupada por una delegación de vecinos y estudiantes de Andalgalá, reclamando una ley que les otorgue las regalías secundarias, y luego cerramos en las oficinas de minera Alumbrera, los verdaderos dueños del poder en la provincia.


Al calor de esta corta campaña se han afianzado ciertos frentes y abierto otros (barrios, en la juventud universitaria y barrial, en la docencia y los profesionales, y en zonas del interior). Varios compañeros están listos para ser incorporados. Con las filas partidarias reforzadas y con una mayor experiencia política, tenemos que enfrentar los próximos desafíos de la lucha de clases.