Con la presencia de Jorge Altamira, se realizó la asamblea contra el vaciamiento de la salud pública de la provincia. Más de 200 compañeros entre trabajadores de la salud en lucha, de los hospitales del distrito, tercerizados, estudiantes y delegaciones del Polo Obrero se hicieron presentes el martes 27 en la Facultad de Trabajo Social de La Plata.

Las intervenciones de los compañeros presentes reflejaron las luchas en curso: los abrazos al Hospital de Niños, el San Martín y el Hospital Rossi; la pelea por el pase a planta de los trabajadores tercerizados de maestranza; la situación de las salitas en las barriadas y hasta la violencia contra la mujer. La asamblea fue arribando a una conclusión política contundente: para terminar con el colapso sanitario provincial, hay que cambiar el poder político del Estado.

Es necesario que la izquierda vaya los hospitales, a los sectores en lucha y plantee no sólo el apoyo incondicional a esta pelea, sino a expresar que la salida es la reorganización social de la provincia. El vaciamiento hospitalario no obedece simplemente a un problema fiscal o presupuestario: lo que ha colapsado es una organización social. Si Scioli no puede garantizar la salud de la población, no puede gobernar más. “Se trata, entonces, de un problema de poder”, señaló Altamira. “Tienen una crisis fiscal que no quieren resolver. En vez de aplicar un impuesto a la tierra, reducen salarios; en vez de gravar el impuesto a las grandes riquezas, reducen los presupuestos de acción social y salud pública. La oposición patronal calla, porque ha privilegiado la ‘gobernabilidad’ de Scioli, para preservar los intereses de la burguesía agraria y empresarial. Entonces ¿cómo terminar con el colapso sanitario? Para colocar la salud al servicio de la población, hay que terminar con el negocio de las corporaciones médicas y farmacéuticas, y colocar la salud pública bajo el control de aquellos mismos que la producen”.

Si el Estado es una máquina recaudadora de fondos para pagar intereses de deuda, colapsan la salud y la educación. La izquierda tiene un programa y tiene que ir a cada hospital a explicarlo. Que se abran los libros contables de los centros médicos. Que sea abolido el sistema de patentes medicinales. Hay que nacionalizar la industria farmacéutica y triplicar el presupuesto, para salud bajo control de los trabajadores. Con estas conclusiones se votó montar esta campaña con una declaración política por una alternativa política de izquierda en la provincia, contra la crisis sanitaria.