Partido

22/9/2005|918

Las torres de Palermo destruyen

El jueves 8 se hizo en el CGP 14 Oeste una reunión entre vecinos (elegidos y escasos) y funcionarios del Gobierno de la Ciudad (de la Copua, de la Secretaría de Planeamiento, etc.) para tratar el tema de las torres en el barrio de Palermo Viejo, bautizado por las inmobiliarias como Hollywood.

La ciudad no cuenta con un Plan Urbano Ambiental ni con un Código de Planeamiento. Hace años que están cajoneados en algún lugar, y mientras tanto lo que se edifique depende de una votación particular de la Legislatura. Es así, por ejemplo, cómo un funcionario de quien depende la intepretación de las leyes sobre construcción —Lopatín— está construyendo un edificio en la zona, haciendo su negocio.

Pero no es sólo esta anomalía. Las construcciones que se están levantando no tienen ninguna inspección. En la calle Humboldt al 1900 se está construyendo una torre que está despedazando las casas de los vecinos. Una compañera ha sido amenazada por el constructor de que “te voy a poner una bomba” (delante de la policía, que argumenta no poder salir de testigo aunque tuviera su nariz delante) porque se queja y pretende que arreglen la casa suya y las de sus vecinos. La constructora le ofrece comprarle la casa por 600 dólares el metro cuadrado, siendo que el valor —producto de la especulación inmobiliaria- es de más de 1.000, y mucho más si ese terreno les sirve para ampliar la superficie y aumentar los pisos para arriba.

A todo esto, los funcionarios no respondieron nada que interese, y sí mucho que da bronca. Lo único que se les puede decir es el ya conocido ¡que se vayan todos!, porque de ellos “no depende”. A la compañera que se le destruye la casa, le ofrecieron una reunión “particular para ayudarla a buscar el canal que corresponda a su problema”, a lo que, por suerte, ella respondió que no quiere ninguna reunión a solas con esos buitres a sueldo. Al resto nos ofrecieron un “foro participativo” en el Copua (¿?) con fecha a determinar para recabar opiniones… ¡ja! Tampoco obviaron decir que el “camino de la democracia” consiste en hacer lobby en la Legislatura… como Lopatín… ¡otro ja!

En definitiva, en Palermo se trata de que la inspección quede a cargo de las organizaciones de los trabajadores y vecinos del barrio. Vale aclarar que por “organizaciones” me refiero a auténticas organizaciones militantes y no las ONGs fantasmas subsidiadas por el gobierno aliado de las inmobilarias (cuya participación contempla la Ley de Comunas estafadora).

¡Vení el 1/10 a la inauguración del local de Palermo —que no es Hollywood— en Ravignani y Niceto Vega!

María Sánchez