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3/4/2008|1031

LOS COSECHEROS DE TUCUMAN | María Elena no es la excepción

"Casi 800 personas, mayormente niños, del paraje Finca María Elena, ubicado a unos 25 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, a la vera de la autopista a Famaillá, viven en condiciones humillantes para un ser humano. Habitan viviendas muy precarias de piso de tierra y con techos de chapas agujereadas, sin baños (tienen letrinas). En el lugar no hay agua potable ni atención sanitaria. Tampoco cuentan con medios de transporte, a pesar de vivir al lado de la autopista a Famaillá. Allí los hombres, entre ellos muchos jóvenes, no tienen trabajo fijo. Son cosecheros temporarios en diferentes fincas de limones o de caña de azúcar. Trabajan solamente cuando hay buen tiempo. Cuando estas cosechas terminan se quedan sin poder alimentar a sus hijos tal como esta ocurriendo en estos momentos (El Tribuno, 4/3).

"Los chicos… tienen bajo peso, por lo que sus propios padres consideran que están desnutridos. Viven descalzos y con los pies llenos de barro. Además todo el vecindario consume agua de un tacho de plástico de 500 litros que una vez por semana les hace llegar la Municipalidad de Bella Vista… cocinamos con leña y en el piso… La falta de un médico y de una enfermera agravan la situación de nuestra población" (ídem).

Mientras los limones y el azúcar llenan los bolsillos de los oligarcas, los trabajadores rurales son empujados a la miseria y la degradación social.

D.B.