Partido

22/9/2005|918

Los trabajadores de Crónica, unos titanes

Como una marea humana, como un torrente. Así podría describirse el modo en el que los compañeros de Crónica, entre vivas y con una enorme ovación, reingresaron el miércoles pasado a las instalaciones del diario, luego de volver a imponerle a la patronal el acatamiento de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.

Este triunfo de los compañeros de Crónica se produce a una nueva escala. Con el despido de 19 trabajadores gráficos y 3 de prensa, la militarización de la planta con más de 80 patovicas que hacían permanente ostentación de sus armas de fuego y la declaración de un lock-out patronal, la empresa pretendió subir la apuesta para romper la conciliación obligatoria que se había visto obligada a acatar la semana anterior, cuando se logró la reincorporación de los 35 despedidos del sector de jefes y encargados.

Los compañeros recogieron el guante. Fueron al paro inmediatamente y a raíz de eso el martes 13 no salió el vespertino del diario, como tampoco las dos ediciones del miércoles.

El sector gráfico, además, ocupó las instalaciones de la empresa, aún con la presencia de los parapoliciales armados frente a sus narices. Por su parte, y con una enorme convicción unitaria, un sector de prensa con sus delegados a la cabeza superó el ajustado resultado de una asamblea difícil (perdió por muy poco la moción de sumarse a la acción de los gráficos) y una delegación más un miembro de la interna se quedaron igualmente a pernoctar en el diario, mientras que los restantes compañeros armaron para el otro día una gran marcha hacia el Ministerio de Trabajo, donde arrancaron de prepo una audiencia, que fue coronada luego con un escrache a García en las puertas de Crónica TV.

No es ocioso entrar en todos estos detalles a la luz del comunicado que escribió la UTPBA el jueves, en el que no aparecen ni la palabra “paro” ni la “ocupación”, que fueron, una vez más, las claves de la victoria. La dirección sindical realizó un balance que, en cambio, embellece las “intimaciones” del Ministerio de Trabajo, que no intimó a nadie y que sólo concedió una audiencia bajo la presión de una virtual ocupación de su sede por parte de los trabajadores de prensa, que concurrieron a Callao movilizados.

La UTPBA oculta todo esto y, de paso cañazo, esconde la gran acción de los gráficos que garantizaron el paro y el control del lugar de trabajo con la ocupación y armaron una guardia frente al tablero de control de la planta, para impedir que gente extraña a Crónica pusiera en funcionamiento los dispositivos de las máquinas y el suministro eléctrico. Puro divisionismo.

Corresponsal de La Naranja de Prensa