Partido

7/12/2011|1206

Mariano Ferreyra: Cómo luchamos por el juicio y castigo

Alrededor de cien personas participaron de la mesa “Comienza el juicio por el crimen de Mariano: la lucha por el castigo a todos los culpables y cómo lograrlo”.

Diego Rojas, autor del libro Quién mató a Mariano Ferreyra, reveló la perfidia del “periodismo militante” que difundió pistas falsas para desviar la responsabilidad oficial (como la supuesta reunión de Pedraza con Duhalde el día anterior) y pretendió invisibilizar la militancia de Mariano, para soslayar el carácter político del crimen. Rojas presentó su exposición como una rendición de cuentas ante la militancia. Así, sintetizó lo que hizo en su trabajo periodístico sobre el tema, desde, entre otras cosas, la entrevista a Pedraza y la reconstrucción de la visión de la patota publicadas en su libro, hasta la publicación de los diálogos entre Tomada y Pedraza.

María del Carmen Verdú, militante de Correpi y abogada de la causa, destacó el espíritu militante de la intervención de los abogados. Denunció el desguace de la causa en tres diferentes (que abordan por separado la acción de la patota, la actuación policial y el intento de coimear a jueces) para evitar que se juzgue el crimen como un plan completo que involucró desde la empresa (Ugofe) que dio vía libre a los patoteros, hasta la Policía que los protegió y permitió la eliminación de evidencias (los policías son acusados sola¬mente por “abandono de persona”). Mientras tanto, no hay ninguna acción contra la empresa ni contra los funcionarios estatales. Si Pedraza y otros patoteros están presos -concluyó Verdú- es por la movilización, la única garantía que tenemos de que se haga justicia.

Este aspecto fue desarrollado por Claudia Ferrero, de Apel y también abogada de la causa, quien mostró el rol del Partido en esta pelea, mientras el gobierno se dedicaba a atacar a su militancia en lugar de perseguir a los culpables. Así, recordó los intentos por caratular la causa como un “homicidio en riña”, poniendo en pie de igualdad a los militantes con la patota asesina que los emboscó; la denuncia de que los militantes del PO no querían declarar y, finalmente, la acusación al PO por los incidentes en la estación Constitución. La acción y movilización permitió desmontar estos intentos e imponer la cárcel a Pedraza y sus patoteros de la UF, con los cuales Cristina Kirchner nunca rompió sus lazos.

Para finalizar intervino Miguel Bravetti, delegado de Interpack y dirigente de la Naranja Gráfica. Bravetti esclareció el significado del asesinato de Mariano como un crimen político contra la dase obrera, no sólo resultado de un régimen de patotas instalado en los sindicatos sino una consecuencia de un desarrollo histórico de la burocracia sindical y de la tercerización asociada a la privatización ferroviaria. Estos aspectos son abordados en el libro de Cristián Rath Trabajadores, tercerización y burocracia sindical, donde se historiza el fenómeno de las tercerizaciones como uno de los medios para incrementar la tasa de plusvalía y tratar de postergar el estallido de la crisis del capital, medios que hoy se han agotado y son cuestionados por la lucha obrera.

En Argentina, la tercerización abarca a todas las ramas de la economía y es la base de la “reconstrucción” impulsada por el kirchnerismo. La burocracia sindical “empresaria” es un capítulo en el largo proceso de integración al Estado y a la burguesía. Bravetti destacó que la contracara de este proceso es el ascenso del sindicalismo antiburocrático, que tomó nuevo impulso con la lucha de los tercerizados, y más aún después del crimen de la patota de Pedraza.

Una charla sobre la causa de Mariano permitió abordar los problemas políticos generales a los que nos enfrentamos, porque su lucha -y su asesinato- sintetizan la realidad de un capitalismo en crisis y los posicionamientos de las diferentes clases sociales y el Estado. La lucha por su superación, poniendo en pie un gran partido de la dase obrera, será nuestro mejor homenaje.