El miércoles 29 por la tarde falleció nuestra querida María Candelaria Gallardón; Marita para la docencia de Ensenada y para toda la militancia que compartió con ella años de lucha.

Marita fue fundadora de la seccional del Suteba Ensenada bajo el menemismo y hasta su jubilación actuó como delegada en todas las escuelas donde trabajó.

Integró las directivas Multicolor durante sus dos mandatos entre los años 2013 y 2022. Fue constructora de la oposición docente clasista, militante de Tribuna Docente y del PO. Varias veces candidata por nuestro partido, unió la lucha sindical con la política para poner en pie un partido de la clase obrera.

La conocí a Marita cuando militaba en la Lista Azul y Blanca (PCR). Aguerrida, era una de esas luchadoras que uno quiere siempre en sus filas y envidia para su partido. Compartí con ella la primera conducción del Suteba Ensenada antes del 2001 y de la gran huelga docente autoconvocada del 2002.

De carácter enérgico y nada complaciente, Marita discutía fuerte con nosotros, los militantes de Tribuna de esa época, hasta que el desenlace triunfante de la huelga autoconvocada de un mes -en defensa de las desfavorabilidades que había quitado el peronista Mario Oporto- y el posterior pacto entre la Azul y Blanca y la burocracia celeste, la decidió -junto a otras compañeras- a acercarse primero y a militar más tarde en Tribuna Docente y el Partido Obrero.

La historia de Marita Gallardón es la de toda una vanguardia clasista probada en las manifestaciones y los piquetes. Una generación que estuvo en todas las luchas de los 90 y en el Argentinazo, que se movilizó para denunciar los asesinatos de Kosteki y Santillán, que exigió justicia por Mariano Ferreyra, que le puso el hombro a la defensa del Suteba La Plata legítimo contra el fraude de Roberto Baradel, que marchó contra la reforma antijubilatoria de Mauricio Macri y se movilizó contra las amenazas de cierre del Astillero Río Santiago, y que defendió siempre la independencia política de los sindicatos. Así se hizo troska.

Gran compañera y muy querida por la docencia de Ensenada, Marita no faltó a una sola asamblea o marcha docente mientras su salud se lo permitía, hasta que fue deteriorándose durante el 2020.

La recordaremos como una gran activista que arrasaba en votos en las elecciones de delegados por trayectoria, conciencia y compromiso. Respetada, era “Marita de Ensenada”.

Sin vueltas, Marita era de fierro y eso es también parte de su legado. En el PO de Ensenada, nuestra querida Marita era una de las primeras militantes en aportar financieramente para sostener a la organización, y en la lucha y frente a la represión, una de las que iba siempre al frente.

La despedimos con la tristeza de la pérdida y con el orgullo de haber contado con su experiencia, colaboración y militancia para educar a las nuevas generaciones que llevarán el socialismo al triunfo.

A sus amigos que la acompañaron hasta el final, un reconocimiento fraterno. Marita, te vamos a extrañar, escribiste con tu militancia varios capítulos del sindicalismo clasista en la docencia ensenadense.

Hasta el socialismo siempre, Marita Gallardón.

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