Partido

24/4/2008|1034

Más que nunca | Primero de Mayo de los luchadores

En la Plaza de Mayo

En los últimos años, la celebración del Día Internacional de los Trabajadores cruzó varias crisis y transiciones políticas de envergadura. Pero quizá ninguna de ellas iguale a la crisis actual. A medida que pasan las horas, es cada vez más claro que la llamada "crisis del campo" es sólo la manifestación de una crisis general del régimen. Así lo demuestran la inflación galopante, la crisis fiscal y el propio colapso interior del gobierno. La "gran" convocatoria de Cristina para el 25 de mayo es, a esta altura, la pantalla para disimular una crisis de gabinete. Sin embargo, es probable que esa crisis se desate antes y sin sordinas.
La pelea entre capitalistas ha multiplicado las presiones contra la clase obrera. Ahí están los ataques contra Mafissa, Impa, Metrovías o el Indec. Ahí están las paritarias regimentadas y sus techos salariales cuando recrudecen la inflación y la devaluación.

De cara a ese cuadro, es muy clara la necesidad de que la clase obrera y la izquierda se planten con una posición independiente. Un acto unitario de los luchadores y de la izquierda, en defensa de sus organizaciones de lucha y con una agenda obrera, antiimperialista e internacionalista, es una tarea ineludible en este 1° de Mayo.

Cuanto más necesaria es esta jornada de lucha común, la izquierda argentina declara que "los divide la cuestión del campo". La defensa de Mafissa, del Casino, del Subte o del Francés ha sido condicionada por esa izquierda al apoyo a la patronal agraria, en vez de aprovechar la crisis agraria para poner al frente los intereses de los obreros del campo y de los campesinos sin capital.

El MST ha sido encandilado por De Angelis, un capitalista agrario que explota unas 800 hectáreas de tierra con su propio capital. Sostiene que el protagonista del 1° de Mayo no debe ser la lucha obrera sino el capital chacarero, que en esta ocasión va unido a los grandes capitales y pulpos financieros que invierten en la soja. Y no sólo esto: es la fuerza de choque de los grandes intereses que se movilizan en esta crisis.

El grupo que hace unos años convocó a un "seminario" para "unir" a la izquierda ha decidido rechazar la realización de un acto con partidos de izquierda y obreros combativos en la Plaza de Mayo sobre la base de la defensa de las luchas, en el país y fuera de él. Los que proclamaron la necesidad de una "nueva izquierda" estructurada en un partido ‘plural’, "de tendencias", ahora repudian la posibilidad de una movilización práctica común, o sea un acto unitario de tendencias obreras, para defender las luchas y las reivindicaciones planteadas.

En la misma vereda se han parado el PTS y el MAS, aunque con una posición opuesta solamente en apariencia. No quieren tampoco un acto con toda la izquierda porque, dicen, ellos "repudian al lock-out del campo" y "a los que lo apoyan". Pretenden convertir al 1° de Mayo en la ocasión para un ajuste de cuentas con otros grupos de izquierda, el método por antonomasia de la secta. Pero incluso estos defensores de los diez mandamientos reclaman "retenciones diferenciadas" para los chacareros, al igual que sus ‘rivales’ del MST, y hasta las presentan (¡están obligados a hacerlo!) como una "consigna de transición", lo cual supone que la lucha por esas retenciones especiales nos lleva al gobierno obrero y campesino. Imposible ser más grotesco, en especial cuando el gobierno ha decidido cumplir con el pedido de ese dúo y los beneficiarios rechazan de plano la mentada ‘diferenciación’.

Una reducción de impuestos al capital agrario será pagada con una mayor carestía y un sistema de compensaciones sería ejecutado por el gobierno a costa de los programas sociales. La "cuestión del campo" es una excusa para oponerse a un 1° de Mayo sin divisiones ni condicionamientos, que sí tenga por eje la defensa de las luchas y de las reivindicaciones, incluidas las internacionales.

El Partido Obrero lucha por un acto unitario y de lucha en la Plaza de Mayo y en todas las plazas centrales del país, que tenga por protagonistas a los obreros de Mafissa, del Casino, del Subte, los choferes, los obreros en negro del campo, los obreros que están ocupando El Tabacal y los que luchan por la estatización del ingenio La Esperanza, los textiles de Barranqueras o los mineros de Aguilar y Sierra Grande. Por este planteo, hemos recogido centenares de firmas y pronunciamientos entre la clase obrera industrial, en los docentes de todos los niveles, en las comisiones directivas de los sindicatos combativos, entre activistas del subte, en el cuerpo de delegados del Casino, entre muchos otros.

El mismo planteo defendimos en las reuniones que se vienen realizando entre partidos, organizaciones piqueteras y sindicales. Insistimos: acordarse de las delimitaciones políticas para bloquear un acto de defensa de las luchas el 1° de Mayo es faccionalismo, sólo sirve al gobierno y a la patronal agraria -que siempre buscarán un "consenso" a costa de los explotados- , a las patotas y al imperialismo.

Planteamos: 1) levantemos una tribuna común de todos los luchadores y de la izquierda en la Plaza de Mayo, donde se expresen todas las tendencias y, principalmente, las organizaciones obreras que se encuentran en lucha; 2) coloquemos esta convocatoria en manos de todas las comisiones internas y sindicatos combativos, la Fuba, los centros de estudiantes universitarios y secundarios, organizaciones vecinales combativas, para que la tribuna de Plaza de Mayo sea la referencia de todas sus luchas y reclamos.

Con este planteo ya estamos en plena movilización para ir a la Plaza de Mayo, desde todos los confines de la capital y de la provincia.

¡Llenemos la plaza de luchadores!

Marcelo Ramal