Partido

10/4/2008|1032

Mesa redonda agraria en Mercedes

Debatimos con trabajadores y con productores

La carta de un productor agrario a Prensa Obrera (ver "¡Por fin nos entendemos!", en PO N° 1.031) sirvió de disparador para que el Partido Obrero de Mercedes organizara una mesa debate sobre "el paro agrario y la crisis", en la sede del club Comunicaciones. En la mesa, participaron Marcelo Suárez (el productor que envió la carta), el ingeniero agrónomo Bohorje y Marcelo Ramal.

Bohorje abrió el panel, explicando los hechos que habían desatado el paro agrario, junto con algunas características del reciente proceso agrario. Entre ellos, la extensión del cultivo de la soja a costa de prácticas depredadoras del suelo, como la "siembra directa" y el uso abusivo de herbicidas.

Marcelo Suárez describió la realidad del pequeño propietario familiar de la zona, que, por sus reducidas dimensiones, ni siquiera alcanza para "colgarse" del boom sojero. Suárez denunció la furiosa concentración de tierras producida en la zona, a la que destacó como particularmente intensa a partir de la devaluación y del aumento de los precios internacionales. Señaló que el gobierno facilitó esa concentración, favoreciendo a pulpos como Grobo, Werthein y otros. A partir de allí, Suárez defendió al paro agrario por su componente popular, y como una gran reacción contra el gobierno.

Ramal señaló el carácter general de la crisis. La política de devaluación del peso para beneficio de la "patria exportadora" y de sistema impositivo destinado a pagar la deuda pública y subsidiar a la gran burguesía, estalló como resultado de sus contradicciones. Frente a los dos bloques capitalistas en pugna, luchamos, en el marco de una crisis de conjunto, por una transformación social dirigida por los trabajadores. Ramal planteó la nacionalización del comercio exterior y de los grandes pulpos agrarios, para favorecer un proceso de arriendos populares y de poblamiento rural.

En el público se encontraba otro productor, que realizó una encendida defensa del paro agrario. Lo presentó como una acción dirigida por los "pequeños" y afirmó que "en Gualeguaychú se planteó la reforma agraria". Ramal señaló -lo que asombró al pre-opinante- que las "cuatro entidades" habían actuado en férrea unidad de acción detrás de una única reivindicación: la reducción de las retenciones. Esta reducción encarecería el consumo popular y elevaría el costo de los arriendos. El productor admitió que un acuerdo entre el gobierno y el frente agrario sobre las "compensaciones" y subsidios podría resultar en su acaparamiento por los pulpos. Pero se mostró confiado en que los productores pequeños lograrían "controlar" la negociación.

En ese punto, otro de los presentes le señaló: "más que controlar a la Rural, lo importante sería ver con quién se alían". Destacó, entonces, que las reivindicaciones del trabajador rural y de los trabajadores en general -comenzando por el salario- habían estado ausentes del paro rural. El punto no pasó inadvertido para Suárez, quien destacó que "el bajo poder adquisitivo en la zona es un obstáculo para encarar una producción diversificada". Es claro, señalamos, que los salarios desvalorizados concentran la producción agrícola en la soja, que se destina en un 95% al mercado exterior. Con un mercado interno más desarrollado, sería usada para la producción de carnes. La mesa-debate puso en evidencia la heterogeneidad del frente agrario y algunas de sus contradicciones internas, pero dejó en claro que no existe todavía una diferenciación entre el productor pequeño y los grandes pulpos. Esto ocurrirá cuando caigan los precios internacionales.

Quedaron expuestas las posiciones políticas y la voluntad de seguir discutiendo con el PO.