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10/9/2009|1099

México: derrumbe económico y político

La caída en el PBI es acompañada por una fuerte presión devaluatoria sobre el peso, que perdió el 15% de su valor en el curso del año. En consecuencia, para 2010, el “rojo” se calcula en 23.000 millones de dólares.

Frente a la catástrofe económica, el gobierno mexicano acaba de anunciar una política de ajuste para enfrentar una enorme crisis fiscal derivada de la caída de la producción y de las exportaciones petroleras y las remesas de los inmigrantes. Suben, en cambio, los gastos militares con la excusa de la “guerra contra el narco”. La línea es la entrega de los principales sectores productivos (petróleo y telefonía), de aumento de los impuestos al consumo y de liquidación de las condiciones laborales de los trabajadores.

El 2 de septiembre, el día en que Calderón presentó su “plan económico”, decenas de miles de trabajadores, convocados por sindicatos y organizaciones campesinas agrupadas en el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética, manifestaron frente al Congreso.

Crisis política

Al derrumbe económico le sigue el político. En las elecciones parlamentarias de julio, el partido de Calderón fue aplastado en una medida que nadie pronosticaba: perdió la mayoría a manos del PRI, el viejo partido del Estado, que se apresta a volver al gobierno en la próxima presidencia. Con 140 diputados (contra 237 del PRI), Calderón es un rehén político. La abstención fue del 56% y el llamado realizado por un conjunto de organizaciones de izquierda, sindicales y sociales logró que el 6% de los votantes anulara su voto. La crisis política se manifestó en otro hecho: el PRI –que se candidatea para el próximo gobierno– no logró triunfar en la capital del país.

El centroizquierdista PRD desapareció como fuerza política. Cayó del 30% de los votos al 12%; ha dejado de ser el segundo partido para quedar en un lejano tercer lugar. A las elecciones fue dividido: el ala mayoritaria es declarada partidaria de llegar a acuerdos con Calderón. Por eso, la minoría encabezada por López Obrador (AMLO) sólo llamó a votar al PRD en los distritos donde los partidarios de AMLO encabezaban la lista. López Obrador está a punto de ser expulsado del PRD y ya sentó las bases de un nuevo partido. El fracaso de la lucha contra el fraude en las últimas elecciones presidenciales y la ausencia de un programa contra las consecuencias de la crisis han destruido al centroizquierda mexicano.

El derrumbe

Quince años después de establecido el acuerdo de libre comercio con los yanquis (Nafta), México se desmorona: la crisis mundial que tiene epicentro en su “socio” mayor ha sido un golpe demoledor. Es una consecuencia del propio Nafta, porque “las industrias locales fueron desmanteladas (…) los agricultores locales fueron expulsados del mercado por los productos importados que ingresan con subsidios. Muchos granjeros mexicanos simplemente abandonaron su tierra y se marcharon al norte” (¡casi tres millones!). Este balance es lapidario es de The New York Times (24/3).

Con varios millones de inmigrantes “ilegales” –en muchos casos con vasta experiencia política y sindical– Estados Unidos importó toneladas de pólvora social mexicana.

Luis Oviedo