Partido

26/9/2020

Morvillo: paro y movilización tras el crimen de Mariano

El asesinato de Mariano Ferreyra sacudió la estantería de los trabajadores de la gráfica Morvillo, ubicada en el distrito bonaerense de Avellaneda donde militaba Mariano. Varios factores confluyeron. El carácter mismo del crimen fue un sacudón para todos los trabajadores del país e incluso fuera de nuestras fronteras. La  concentración en horas de la tarde de ese mismo 20 de octubre dio cuenta de su impacto, sobre todo en la clase trabajadora y la juventud.

Otro elemento fue la militancia compartida en la regional Avellaneda entre los trabajadores gráficos del Partido Obrero y Mariano. Compartíamos organismos del Partido, actividades y reuniones con él. Demasiadas llegadas tardes de este joven que estaba empeñado en abrirse paso en el gremio metalúrgico y ganarse un lugar de combate en el corazón de la clase obrera.

Un tercer factor, sin dudas, fue la participación de Juan, compañero gráfico, en el corte de vías ese 20 de octubre. Fue él quien nos comunicó al instante el ataque de la patota y la herida de Mariano. La noticia se esparció velozmente en la planta. Recuerdo que, estando en la fábrica, inmediatamente intentamos comunicarnos con Mariano varias veces por celular. La ausencia de respuesta fue un signo de preocupación, aunque no imaginamos, en ese momento, el desenlace final. La noticia de su muerte fue un shock.

A la mañana siguiente fuimos con una delegación de la Lista Naranja Gráfica a la sede del sindicato y solicitamos una reunión con la Comisión Directiva. Les reclamamos que se pronuncien contra el crimen, que llamen a un paro para ese mismo día y que convoquen al acto en Plaza de Mayo previsto para esa misma tarde. No pararon. No movilizaron. Ni fueron al acto. El crimen provenía del riñón del gobierno al que ellos apoyaban. Sí se hicieron presentes en la asamblea general que convocamos en Morvillo para repudiar el crimen.

La respuesta obrera

Un compañero le recriminó a la burocracia no llamar al paro, recordando el asesinato del hijo de Ongaro (ex secretario general  de la Federación Gráfica Bonaerense) a manos de la Triple A. Señaló que “Ongaro debería ser el primero en convocar a movilizar y parar el gremio”.

En una asamblea posterior, otro compañero propuso que en honor al compañero asesinado por luchar contra el régimen y los negociados mafiosos de las tercerizaciones el cuarto gremial de la fábrica lleve su nombre. La moción fue aprobada por unanimidad. Desde entonces se llama “Cuarto Gremial Mariano Ferreyra” por resolución de la asamblea general.

Ante la propuesta de armar una delegación la asamblea fue contundente: votó el paro total de la fábrica y marchar a Plaza de Mayo. La votación fue consecuencia de la comprensión política sobre la naturaleza del crimen: el entrelazamiento en los negocios turbios entre burocracia sindical, empresarios y el Estado.

Fue la primera movilización resuelta en asamblea, que inauguraría una tradición muy rica y profusa en la fábrica. Se trató de una movilización de carácter eminentemente político frente a un crimen de Estado.

Rápidamente improvisamos un par de banderas con tela y aerosol e impulsamos una “vaquita” para financiar un micro. Era la primera movilización masiva, con paro. Sin embargo, no era motivo de satisfacción alguna. Todo lo contrario. La tristeza y la rabia caracterizaban a la columna.

Los días posteriores y las instancias siguientes de la lucha por justicia encontraron a los compañeros de Morvillo, de alguna u otra manera, siempre presentes. Diez años después, sus compañeros de militancia y el colectivo obrero de Morvillo lo seguimos recordando permanentemente. Y honramos su memoria con nuestra lucha.

Mariano Ferreyra, presente. Viva tu lucha obrera y socialista.