Partido

30/11/2006|974

Muere un compañero de los talleres de Escalada

VICTIMA DE LA IMPREVISION Y LA FLEXIBILIDAD LABORAL

El viernes 13 de octubre, mientras dos mecánicos del taller de Escalada y 3 del San Martín probaban una locomotora Alco en estación Ezeiza, una descarga de las catenarias (los cables que conducen la electricidad para las formaciones eléctricas) despidió de la locomotora a uno de los compañeros de Escalada. Mario Larroca tenía 59 años, era padre de una hija y falleció el jueves 19 de octubre, luego de una lenta agonía. Tanto él como sus compañeros nunca trabajaban bajo catenarias y nadie supervisaba estas tareas. El desprecio de Metropolitano hacia los mantenimientos mínimos del servicio y frente a los mecanismos de seguridad básicos en el trabajo son los verdaderos artífices de esta muerte, que no fue un accidente sino un crimen.

Este doloroso suceso, que conmovió a todos los ferroviarios, lamentablemente ratifica nuestras denuncias y pone en primer plano, una vez más, la necesidad de exigir la creación de comisiones obreras de seguridad e higiene del trabajo en cada sector, elegidas en asamblea, con poder de vetar aquellas tareas que no respeten las normas de seguridad, y que controlen el cumplimiento empresario de todas las condiciones de seguridad laboral.

Al conocer la noticia de su fallecimiento, los trabajadores hicimos un paro de duelo durante toda la jornada, resistiendo la presión de la patronal y la insidia de la burocracia para que retomáramos las tareas. Luego, promovimos un petitorio y analizamos presentar una denuncia al Ministerio de Trabajo, ante la pasividad de la Unión Ferroviaria que, a más de un mes de lo sucedido, no ha hecho presentaciones ante las autoridades nacionales ni exigido la investigación y el castigo a los responsables de esta muerte.

Para la familia del compañero Mario Larroca vayan nuestras condolencias y nuestro compromiso de luchar para que ningún otro ferroviario sea víctima de la negligencia patronal.

 

Germán Sandri y Leonardo Franzín