Murió Pedro de Sarasqueta
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En estos días nos dejó nuestro compañero y amigo Pedro de Sarasqueta.
Un estudioso obsesivo, huérfano de padre y madre, se abrió paso desde un origen humilde, con una voluntad “de vasco”. Desde sus años universitarios se apasionó no sólo por la medicina. También por la economía y el marxismo. Y por el arte, la filosofía y la poesía. Dibujaba muy bien y escribía ficción (Movimiento continuo – Ed. Simurg).
Lo conocimos en la época convulsiva de la dictadura de Onganía. Compartimos la “noche de los bastones largos” y la celda de Devoto. También la expulsión de la facultad y un viaje a dedo por el sur de Chile.
Fue un pediatra eminente. Exiliado en México, ejerció allí y participó en los inicios del sistema médico de la Nicaragua sandinista. A su regreso, llegó a la jefatura del Servicio de Neonatología del Hospital Garrahan.
Apoyó las luchas gremiales. Era simpatizante de la Cuarta Internacional y del Partido Obrero. Colaboró con las actividades de Tribuna de Salud.
Espíritu ancho, bondadoso y transparente, soñador incurable.
Nuestra solidaridad con sus familiares.
Un abrazo entrañable, amigo mío.