Partido

24/4/2008|1034

No a la entrega del Ingenio La Esperanza

La jueza Lakatos anunció la licitación de la quiebra de La Esperanza. Los trabajadores y los vecinos de San Pedro y La Esperanza debemos ponernos en pie de lucha para que la venta del Ingenio no se lleve a cabo.

El gobierno – dividido en camarillas que representan los intereses de algunas de las empresas que quieren quedarse con el ingenio, como Emepa, Tabacal o Ledesma-  terminó poniéndose de acuerdo para rematar el ingenio. Es una muestra del alineamiento de Barrionuevo con Kristina y su política de liquidación de las empresas estatales a contrapelo de los discursos nacionalistas.

El ingenio tiene deudas con la nación y la provincia por 250 millones de dólares. Los distintos pretendientes a quedarse con él ofrecen entre 50 y 60 millones, es decir, apenas el 20% de su pasivo. Las 72 mil hectáreas del ingenio – de las cuales 12 mil producen caña de azúcar-  más la fábrica productora de alimentos y energía (azúcar y alcohol, productos de demanda creciente y de elevados precios internacionales), son el objetivo de estos grupos.
Los antecedentes de las tres empresas son claros: Emepa, ligada al kirchnerismo (está en el consorcio que construirá el tren bala), es una gran tercerizadora. Ledesma y Tabacal explotan, depredan, contaminan, hacen trabajar a menores y hasta matan cuando se pasa sus alambrados (hace dos años, la seguridad de El Tabacal asesinó a unos pibes que recogían naranjas). Cualquiera sea la que gane, recibirá subsidios y exenciones impositivas con plata de salarios, salud y educación del pueblo jujeño.

Esta venta de "la joya de la abuela" es lo que el gobierno ofrece como salida al abandono y desinversión del ingenio. Omite que durante la gestión judicial, La Esperanza fue vaciado conscientemente para entregarlo luego con la promesa de su "recuperación". La tan mentada "recuperación" de los privatizadores no es otra cosa que la inmediata racionalización y achique de personal, el trabajo en negro, la flexibilidad laboral, la expulsión de parceleros y pastajeros, todo a expensas de fuertes subsidios del Estado. Ni el gobierno, ni los buitres empresarios, tampoco la burocracia sindical defensora de esta licitación, están del lado de los obreros y vecinos de La Esperanza y San Pedro.

El Partido Obrero plantea la estatización bajo control de los trabajadores y un comité de fiscalización, elegido en asamblea, como única salida al desarrollo agroindustrial, urbano y laboral frustrado durante años por las gestiones privadas.

El Partido Obrero convoca al pueblo trabajador a realizar asambleas abiertas en la plaza Belgrano de San Pedro y en la empresa, para que la discusión del destino de La Esperanza sea cuestión de sus trabajadores, pastajeros, parceleros, productores y vecinos, no de los pulpos que medran con la venia del poder político.

Mario Leguiza y Gabriela Arroyo