Con gran dolor recibimos la noticia de la muerte de Pablo Fabris.

 

El “Toto” fue parte de una camada de jóvenes que se incorporó al Partido Obrero, en La Plata, bajo plena dictadura militar. De la Universidad, el Toto pasó a trabajar en Propulsora Siderúrgica. Por espacio de más de quince años participó, integró y ayudó a formar –como militante del PO– todas las listas antiburocráticas y de oposición en la UOM. En cada batalla, el Toto insistía en que necesitábamos recuperar la UOM; estaba metido en el corazón del movimiento metalúrgico de la región.

 

En los últimos años, Pablo había dejado la militancia activa sin dejar de colaborar en todo lo que podía con su Partido. Distintos problemas de salud fueron afectando su vida. Sobre el Toto, que era un “duro”, sobran anécdotas; pero quisiera quedarme con una final: el 7 de enero –quince días antes del rápido desenlace de la enfermedad contra la que venía luchando con encomiable entereza– Pablo se reafilió al Partido Obrero.

 

Lindo adiós del “Toto de Propulsora”, como lo llamábamos todos.

 

A su familia, a sus compañeros de fábrica y del Partido, una despedida emocionada de todo el Partido Obrero de La Plata, que él ayudó a refundar bajo el terror videliano.