Carlos Rico, ex concejal del ARI, destacó el comunicado del PO -que bajo la firma de Adalberto Ricci los medios convirtieron en solicitada- en respuesta al discurso del intendente en la apertura de sesiones ordinarias, señalando “que le fue grato ver cómo una parte de la dirigencia política local tuvo el valor de poner en palabras la preocupación que causa la situación que atraviesa Pehuajó”.

El PO cruzó al intendente señalándolo como cómplice de Scioli de una contaminación que está afectando a perpetuidad a buena parte de la población a través del arsénico en el agua, al que contribuyen los agroquímicos arrojados a zanjas y espejos de agua por los sojeros. Además, la triquinosis que este año produjo dos muertes, repite desde hace años brotes en el distrito. Ratas gigantes han invadido los aledaños y en pleno centro de la ciudad. En este escenario, Zurro se autotituló “el mal arriado” -es decir, quien no se deja llevar de la nariz por “chorros, narcos, corporaciones ni quienes perjudican a Pehuajó”.

Señalamos frente a su caballito de batalla “la obra pública” que el copyright de tener la ciudad continuamente en obras pertenece a Macri, quien con esa metodología, junto a Irsa y otros contratistas, vacían el presupuesto millonario de la Ciudad de Buenos Aires; la copia pueblerina de ese saqueo, además del sobreprecio, la mala calidad y el blanqueo de dinero a cuenta de De Vido/José López tiene como resultado slogans vacíos de contenidos y que la ciudadanía debe exigir que se abran los libros.

No obstante, Rico dijo “que reconoce la obra pública realizada por el intendente y “la habilidad” para gestionar la compra de terrenos privados en favor del Estado, aunque manifestó que preferiría que se publique el nombre de los nuevos propietarios de terrenos que hasta ayer eran fiscales. Hay muchos testaferros en Pehuajó”. Aseguró, además, “que la obra pública local es muy berreta y citó como ejemplo el Acceso Kirchner, donde al menos 20 paños se tuvieron que rehacer porque se rompieron al poco tiempo”.

El balance de la gestión Zurro, presentado por el PO, fue crítico del sistema de salud pública y de los programas de viviendas, ya que todos apuntan a sectores “con algo de poder adquisitivo” que a falta de lotes compran a testaferros terrenos fiscales que enajenó Zurro. Con esto se han desterrado los planes de viviendas populares y la sobrevaluación es una pandemia para los sectores obreros.

En Educación, Zurro está reprobado debido al retroceso civilizatorio que plantea en las escuelas el agua escasa y contaminada, y una vianda insuficiente y discriminatoria sólo para un sector. Las carencias a la hora de alimentar al soberano explican el fracaso de la gestión nac&pop.

Sobre Empleo, Zurro es un negrero reconocido con salarios de 1.200 pesos, espía y persigue a los municipales, a quienes somete como rehenes, incluso obligó a la mayoría a pasarse del Sindicato Municipal a UPCN y varios otros agravios.

El PO identificó a Zurro como un dócil agente de Soros en Pehuajó, a quien introdujo al Parque Industrial mintiendo que CHS (una empresa yanqui que figura como cooperativa para evadir impuestos) invertiría 25 millones de dólares; finalmente, no fueron dólares sino pesos, pero con ese buzón le construyó toda la infraestructura con dineros públicos, no le cobró impuestos y el contrato es leonino.

Al final de su discurso, Zurro quiso desconocer al hijo gestado por los K y gritó “yo no soy Nisman porque no me gasto la plata en putas”. El PO se preguntó: ¿Pero acaso la parábola del hijo descarriado (Nisman) no está ilustrando la descomposición política y social de un régimen que arrasa con jueces, fiscales, ministros y presidentes?

Rico, en sus declaraciones a los medios, manifestó que “en tiempo de una oposición anémica e inocua, la valentía del Partido Obrero de expresarse en estos términos es para destacar”.