Partido

14/6/2007|996

Piquete contra la patronal, la burocracia y el Ministerio

Desde el lunes 4, los trabajadores del Molino Lagomarsino (Avellaneda) se encuentran en un paro, con piquete, carpa y olla popular permanente en la puerta, por la reincorporación inmediata de 14 compañeros despedidos.


La mayor parte de los despedidos está involucrada en reclamos salariales de distinto tipo. Originalmente, los despedidos eran 26, pero durante el transcurso de la conciliación obligatoria 12 compañeros fueron reincorporados.


La patronal que tiene estrechos lazos con el municipio. Tiene otros molinos en Casanova, Casares, Navarro y Mar del Plata; el de Avellaneda es el más importante ya que dedica toda su actividad a la exportación. Sin embargo, mantiene salarios de hambre y tickets congelados desde el año… 1995. Las precarias condiciones de trabajo se conjugan con altos ritmos de producción, polifuncionalidad, insalubridad, etc.


“El gremio nos cagó, el gremio nos cagó”, es el canto recurrente de los trabajadores al ritmo de los bombos y redoblantes que suenan las 24 horas.


Desde un primer momento, la burocracia de molineros se negó a movilizar el gremio. Se ha dedicado a desmoralizar el piquete, con lo que sólo logró aumentar el repudio de los compañeros que reclaman un paro general del gremio.


El piquete


Los trabajadores sostienen la huelga, que día a día se afianza más. Incluso han trasladado el piquete hasta uno de los depósitos donde la patronal acopia mercadería, impidiendo la salida de productos de la firma.


Habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Provincia el martes 12. La burocracia (haciéndose eco del pedido del Ministerio) plantea formar una “mesa” con Lagomarsino, un representante del sindicato y un delegado. Los trabajadores exigen la presencia de todos sus delegados y, en asamblea general, plantearon que el sindicato ponga un micro para movilizar el piquete hasta La Plata durante esa jornada. La burocracia evadió la respuesta y convocó a los delegados a discutir en el sindicato, el lunes, “con el secretario general, que es quien decide”.


El Partido Obrero se hizo presente desde el principio del conflicto, difundiéndolo en otras plantas y pintando las consignas en las paredes del molino. Mantenemos nuestro compromiso de lucha hasta lograr la reincorporación de los despedidos.