Quedan pocas semanas para finalizar la Campaña Financiera y a modo de un primer balance podemos ver que nuevamente volvemos a superar los objetivos que nos habíamos trazado. Con casi el 90% de los objetivos cumplidos, esta última parte de la campaña nos tiene que llevar a abordar el conjunto de relaciones que se sumaron en esta etapa, en los lugares de trabajo, de estudio y los barrios.

En los debates con nuestros aportistas está expresada una clara delimitación respecto de la política que aplica el gobierno, su pacto colonial con el Fondo y la crisis que tiene en sus propias bases, que nos abre una oportunidad enorme de plantear nuestro programa para derrotar el ajuste, romper con el FMI y no pagar la deuda, preparando una salida propia de los trabajadores a la crisis.

Los frentes sindicales vienen desarrollando esta campaña en una delimitación de la burocracia sindical -que, sin mandato alguno, avala el acuerdo del gobierno con el FMI-, por la lucha de la independencia política, para que los trabajadores rompan con estas direcciones entreguistas.

Se destacan los gráficos; los telefónicos; ferroviarios; en el Sutna, que convocó a la movilización de diciembre, parando la producción y votando en las fábricas el rechazo al acuerdo con el Fondo.

A la enorme campaña que están llevando adelante los docentes, el Congreso de Tribuna Docente tiene que permitirnos llegar al conjunto de los compañeros que van a participar del mismo, planteándoles un compromiso económico, para fortalecer los vínculos políticos con el partido. Los docentes universitarios también, y su rol de dirección en el gremio expresa su autoridad en la destacada campaña que están desarrollando.

El Polo Obrero sigue en punta con miles de compañeros que aportaron a partir de un profundo debate que se está dando en los barrios, entre las que destacamos la gran campaña de Soldati y también de La Matanza, que de conjunto ya superó el 150% de su objetivo. En el interior, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Neuquén, se encuentran en la misma dinámica superando los objetivos trazados en diciembre.

En este último tramo de la campaña podemos decir que casi no hay rechazos políticos. Y en los pocos rechazos por cuestiones económicas, se abre el debate con estos compañeros para que puedan colaborar en la medida de sus posibilidades.

La invitación a la movilización del 8 de febrero contra el pago de la deuda tiene que estar acompañada de una lucha política para que estos invitados colaboren con la Campaña Financiera. El cuadro de crisis que está viviendo el país nos da la pauta de una oportunidad enorme. Los aportes conquistados reflejan una simpatía creciente que tienen nuestros planteos.