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17/4/2008|1033

ROSARIO | "Natalia está conmigo; muchas Natalias siguen desaparecidas"

Cómo se lucha contra la trata de niños

Soy Micaela Fleitas, la mamá de Natalia. Trabajo de maestra en la escuela Nª 1.381, de Rosario. Estoy estudiando Ciencias de la Educación en la Facultad de Humanidades. Hace seis meses que soy delegada gremial y participo con Tribuna Docente.

A partir del 27 de marzo, en mi vida y la de mi hija, hay un antes un después. Ese día mi hija Natalia, de 13 años, fue raptada por la nefasta influencia de un adulto, el cual, ya no tengo dudas, está relacionado con una red de trata.

Cuando las horas pasaban, y Natalia, que nunca sale de casa, no aparecía, hice la denuncia en la Policía, Seguridad Personal, en los derechos humanos de la provincia y en los tribunales.

No dudé, apelé a los compañeros y amigos. Inmediatamente, pasamos la foto de Natalia por cadenas de mails, sacamos las primeras fotocopias en Amsafe, hicimos la pegatina por el recorrido de la escuela de Natalia.

Mandamos a todos los medios la información. La foto de Natalia y la noticia trascendió rápidamente. Recibí esos días la información de que la foto de Natalia circulaba ya por todo el mundo. Todo por cadenas de mails, todo hecho por nosotros, gente que se solidarizó sin conocernos.

En esos días, de un jueves al lunes, estuve incansablemente en todos los medios.

Natalia me vio desde Uruguay, donde estaba. Por ahora voy a preservar esta historia de mi hija. Natalia vio mi desesperación y quiso estar conmigo. Las "personas" que estaban con ella evaluaron si devolverla o pasarla a Brasil. Decidieron mandarla hasta la frontera, la cónsul la pasó a la Argentina, donde al llegar a Colón la volví a abrazar y volví a vivir.

Esta historia no ha terminado. Estoy feliz porque recuperé a mi hija, pero en este peregrinar aprendí que hay miles de chicos y chicas que son raptados con los métodos más sofisticados.

Aprendí también que para moverse con tanta impunidad es porque hay complicidad con el gobierno.

El caso de Natalia ahora no tiene que dormir en el tribunal. Los casos de tantos chicos desaparecidos tampoco pueden permanecer en la impunidad.

Como mamá pido a las otras madres que no se depriman, que no se sientan culpables, porque esa es la psicología que usan. No están solas. Nosotras nos comprometemos a ayudarlas, a ayudarnos, a organizarnos de manera independiente del gobierno, a impulsar un movimiento por la recuperación de nuestros hijos.

Micaela Fleitas