Quinientos cincuenta nuevos afiliados reconocidos por la Justicia (superando el cupo exigido por la nueva ley con un mes de anticipación) y más de 1.200 trabajadores y jóvenes que aceptaron afiliarse, si tomamos en cuenta las fichas que no fueron aceptadas. Este es el saldo de la campaña en defensa de la legalidad.

Este es el balance de números de una campaña que no termina, porque el método de la afiliación se ha revelado como un medio de acceder a un debate político directo con sectores obreros y sobre todo juveniles, que debe ser incorporado al conjunto de las actividades partidarias.

Aún en una provincia donde el Partido Obrero (FUT) tiene una larga actuación, somos todavía poco conocidos y especialmente por las nuevas generaciones. Es la agitación política sistemática -que en esta oportunidad tuvo la forma de una campaña de afiliaciones- uno de los medios para ampliar la red de relaciones y acercar a una parte de la juventud a una experiencia política revolucionaria.

Hemos afiliado más de 60 estudiantes de la Unpa (Gallegos), cuando en la elección de centro habíamos logrado 40 votos.

No hemos completado un recuento de la cantidad de docentes, empleados de comercio, obreros de la construcción, jóvenes desocupados, estudiantes secundarios, jubilados, empleados públicos, municipales, obreros rurales, mineros e incluso compañeros petroleros que hemos afiliado, pero son muchos y una parte significativa de ellos aceptó ser invitado a reuniones y hasta pidió vincularse.

La consecuencia de todo esto es que preparamos una gran fiesta por el triunfo de la campaña contra la proscripción y por la defensa de la legalidad del PO, así como un acto público y otras actividades que nos permitan nuclear a las nuevas relaciones que se acercan, con motivo de la actividad sistemática del partido y también de la campaña de afiliaciones.