Partido

3/4/2008|1031

Se necesita una política para los piquetes de pequeños y medianos productores

En todos los pueblos rurales hay problemas del sistema de salud, de educación y de vivienda. Nuestros docentes o trabajadores de la salud se podrían dirigir a los piquetes con el planteo de que el 40% de la recaudación por retenciones del partido (municipio) se vuelquen al municipio y sean controlados por representantes elegidos en asamblea popular para garantizar que se inviertan en mejoramiento edilicio del hospital del partido, su equipamiento y toma de personal; la instalación de salas de primeros auxilios en los pequeños pueblos periféricos y guardias con ambulancias. Las escuelas rurales se caen a pedazos y carecen de material didáctico. Muchas veces, los maestros no tienen cómo trasladarse a su lugar de trabajo. Se necesitan becas para los pibes que tienen que hacer el colegio secundario, pero viven en el campo y tienen que ir al pueblo o pagar un lugar internado, etc. Todos los pueblos tienen arrabales de ranchos pobres y se necesitan planes de vivienda.

Estas reivindicaciones unen a los chacareros medianos y chicos con los peones rurales y hasta a los changuistas que viven en los ranchos pobres. Estos planteos pueden sumarse a la necesidad de nacionalización del comercio exterior y a la nacionalización de las grandes explotaciones agropecuarias. En los pueblos del interior los intendentes no pueden decir que están en contra de los piquetes porque son débiles frente a la movilización popular. Pegar donde el Estado es más vulnerable me parece una buena política para crecer, ligado a una lucha en la que participan sectores populares para dotarlos de una política de ruptura con su dirección reaccionaria.

Enrique