El sábado 20 se realizó la primera reunión de vecinos, con el objetivo de conformar la comisión.

 

Asistieron unos 25 vecinos; E. Belliboni, de la Mesa Nacional del Polo Obrero, los compañeros encargados del desarrollo del proyecto, y un grupo de profesionales, quienes serán los encargados de coordinar el trabajo en la sala. Todavía con las obras sin concluir, el Centro Comunitario contrasta con el resto del barrio, con varias viviendas en estado precario, con dos campos de varias manzanas cada uno, que son tierra de nadie, con un zanjón donde se levantan olores y vapores pestilentes. Esta situación alentó a los vecinos que, entusiasmados con el proyecto y las ideas del Polo, plantearon ellos mismos recorrer el barrio para hacer correr la voz y traer a más vecinos para que conozcan el Centro.

 

El lugar será utilizado como una sala de primeros auxilios, lo que plantea la lucha para que el Estado la reconozca oficialmente y provea los medicamentos, insumos y profesionales necesarios. Toda una lucha que dejamos planteada en la reunión. Además servirá como un espacio cultural, de entretenimiento y de reunión para todo el barrio, desde los niños hasta los abuelos y jubilados. El comedor popular, con todos los comensales sentados, también tiene su espacio garantizado.

 

Luego de un breve informe, los vecinos plantearon la situación de abandono a que son sometidos por parte del Municipio, el vaciamiento de la Sociedad de Fomento, y su utilización como un coto cerrado de los punteros. Lo que nos llevó a acordar en elaborar un plan de acción.

 

La concreción de este emprendimiento es un reconocimiento a la lucha destacada del Polo Obrero, por su programa y por su condición de organización tanto de obreros desocupados como de ocupados, y un paso muy importante para toda la organización. Encarna nuestro planteo de tomar las reivindicaciones de los más amplios sectores de la masa explotada, también en el terreno barrial, cultural.

 

 

 

 

Marcelo Arias militaba en Polìtica Obrera, la organización que luego tomaría el nombre de Partido Obrero. Fue secuestrado por personal de las fuerzas de seguridad el 6 de marzo de 1978 en la puerta de la fábrica Deutz, donde trabajaba.