Recuerdo que cuando el “Largo” Salas era responsable del Comité de Lomas, con Ramón (seudónimo de Juan Carlos Britos, nota de la redacción), fuimos parte de dicho órgano, de un círculo metalúrgico y de actividad barrial (con “Chamuyeta” -ex Panam) en Ing. Budge, La Salada, etc. Nos reuníamos en su casa de Santa Marta y salimos a vender en pareja -uno por cada vereda- el primer número de “Prensa Obrera” de color marrón (guardo una de recuerdo) que planteaba “noquear a la dictadura” en primera plana.

 

Fuimos amigos. Me visitaba y yo a él, ya cuando se mudó a su domicilio último que “Pocavida” también frecuentaba y discutíamos las fuentes del marxismo y la actividad fabril, así como de nuestro oficio de torneros. Caty siempre amable con el mate.

 

Cuando el Comité de Lomas me encomendó abrir padrón en mano la ciudad de Ezeiza (dos meses antes del Festival Antiimperialista del Luna Park), dejamos de vernos seguido. Lo recuerdo como un luchador tenaz, a pesar de sus problemas de salud y sus vicisitudes económicas. Hoy, justamente, y sin saber de su deceso, le pregunté a Jorge por él. Compañero Ramón: ¡hasta la victoria siempre!