El 27 de marzo, a los 59 años, falleció una gran mujer, representante de la vanguardia obrera argentina, nuestra compañera Teresa Barraza.

 

Cuando emigró de su Santiago del Estero a la Capital entró a trabajar en casas de familia y luego en una verdulería. Pero su naturaleza rebelde e independiente la llevó rápidamente a la fábrica Terrabusi, donde al poco tiempo fue electa por sus compañeras, delegada gremial. Despedida por su accionar sindical, entró a la fábrica CBS Columbia, donde se ligó en la década del '70 a nuestro Partido. Siendo miembro de la Comisión Interna fue electa por la Asamblea General como delegada paritaria. En condición de tal se enfrentó al burócrata mayor del sindicato plástico, Triacca, peleando por el mandato de sus compañeros/as.

 

Fue parte de la Coordinación surgida del Plenario Sindical Nacional antiburocrático de Villa Constitución, a inicios de 1975, donde apoyó fervientemente la constitución de una corriente clasista nacional.

 

Por su actividad sindical fue perseguida no sólo por la burocracia, sino también por el Estado, debiendo pasar a la clandestinidad.

 

Como madre soltera, mal atendida en el parto, tiene una hija discapacitada. Esto la llevó a encarar una nueva lucha en su vida: contra la discriminación de los discapacitados (participó en las marchas de los últimos años que organizaba la Redi) y por los derechos de la mujer trabajadora. Una lucha que desarrolló hasta el fin de sus días.

 

Bajo la dictadura entró a trabajar en la fábrica Laci, una metalúrgica de Pompeya, donde terminó jugando un papel de organizadora de la resistencia obrera a los planes superexplotadores de la patronal. Fue protagonista de una gran lucha, que culminó con la reincorporación de la mayoría de los que habían sido despedidos. Pero la patronal no quiso de ninguna manera que Teresa volviera a entrar a fábrica.

 

Terminó entrando al Hospital Francés, como mucama en la sección Psicopatología. Allí estuvo más de 20 años. Junto con otros compañeros puso en pie la agrupación Asis (Agrupación Sindical Independiente de la Sanidad). Fue electa subdelegada general del Hospital por un período. En la última elección de Comisión Interna (hace más de un año que la burocracia no convoca a elecciones en este establecimiento opositor) volvió a ser candidata por nuestra agrupación a ese cargo. Fue electa por la lista antiburocrática de Atsa Capital, delegada congresal nacional a la Fatsa, contra otro de los burócratas entregadores del movimiento obrero, West Ocampo.

 

Un tumor maligno fue minando su salud durante varios años. Pero su espíritu luchador se mantuvo siempre vivo. En el último período ya no podía ir a trabajar, pero seguía muy de cerca la gran lucha del Francés por su expropiación.

 

Una mujer bella y de gran carácter, Teresa era solidaria con sus compañeros. Cuando nació mi primer hijo, en l976, pocos meses después de su protegida Natalia, me acercó su moisés y los pañales (entonces no había aún descartables).

 

La segunda sesión de la conferencia del Partido Obrero de la Capital, realizada el 29, le rindió un homenaje.

 

Materialista, dejó indicado que no hubiera ceremonia religiosa y que la cremaran en el Cementerio de Chacarita.

 

Para sus hijos, su familia, sus compañeros, sus amigos, un abrazo solidario. Teresa, una obrera que toda su vida, luchó contra la explotación patronal y contra las entregadas de la burocracia sindical a pesar de la adversidad, a pesar de la persecución, defendió en todo momento los derechos de la mujer trabajadora. Teresa, sos una parte de la historia de las grandes luchadoras de la clase obrera argentina.