Partido

3/5/2018|1500

Tribuno y organizador de la clase obrera

Un historiador que quisiera escribir sobre los últimos 35 años del movimiento obrero, no podría soslayar los 1.500 números de Prensa Obrera. En su aparición ya fue vehículo de las conclusiones de la gran movilización obrera del 30 de marzo de 1982, que siguió y preparó al milímetro Política Obrera, su antecesor. El PO volanteó, todavía con la dictadura en el poder, decenas de fábricas llamando a la movilización, regando las puertas de los establecimientos en acciones relámpago para evitar la detención. Yo mismo, en abril de 1982, fui despedido por la ley antisubversiva de la gráfica Apus, por ser organizador de un paro por aumento salarial. Allí, Política Obrera llegaba a más de una docena de compañeros camuflado como paquetes de bolsas de residuo, y así en todo el movimiento obrero.


Los ’80


Los '80 fueron una década de enorme ebullición en el movimiento obrero, tras la caída de la dictadura. Prensa Obrera seguirá el proceso antiburocrático en cuerpos de delegados del Smata, de una docena de seccionales de la Uocra, de la conquista deAtsa Capital, la victoria de Piccinini en la UOM de Villa Constitución, la comisión interna de Siderca, de los cuerpos de delegados de las grandes gráficas y, a la postre, del Sindicato Gráfico que me tendría como secretario adjunto desde 1984. La lucha política programática del PO de delimitación con los 26 puntos de Ubaldini y especialmente con la izquierda democratizante, dominante en la época, adaptada a la posición nacionalista de “moratoria de la deuda”, al conservadurismo morenista que llevó a dilapidar las descomunales conquistas antiburocráticas. Ubaldini, a la postre, señaló Prensa Obrera, “entregó en bandeja el movimiento obrero a Menem”


Hay que destacar el acto obrero del 1º de Mayo en 1985 en puerta de la Ford, en el marco de una virtual intersindical entre Atlántida, el cuerpo de delegados de la Ford, gremios docentes y otras comisiones internas zonales. Ese reagrupamiento clasista asustó a la burguesía y al gobierno de Alfonsín: el 25 de junio se ocupaba la Ford ante 33 despidos destinados a descabezar los activistas. Durante los 18 días de ocupación, Prensa Obrera estuvo al servicio de ella. Los obreros de Atlántida y su Comisión Interna, transformaron la pasarela entre las dos plantas en un puente de unidad de clase, con víveres, aportes al fondo de huelga, movilizaciones y medidas de solidaridad. En Prensa Obrera polemizamos con la centroizquierda que criticó la ocupación. Su conclusión era que los obreros de Ford debían ser derrotados sin lucha. Así, la centroizquierda sindical habilitó la flexibilización laboral en la propia Villa y en gremios como el Neumático en los ’90.


Los ’90


Prensa Obrera caracterizó al santiagueñazo como “el Cordobazo de los ’90”. Cuando corrían los ’90, tras las derrotas de grandes huelgas en las que jugamos todo: ferroviarios, telefónicos, petroleros, Prensa Obrera acompañó a los trabajadores en las grandes luchas aún derrotadas, sacando las conclusiones para que los activistas, que luego se dispersaran, fueran el germen de una clase, que en nuevas tentativas, encuentra el camino de la victoria. Es el caso de la formidable ocupación y huelga de Editorial Atlántida en 1997, acompañada por dirigentes gráficos de toda América Latina, motivo de varias tapas de Prensa Obrera. Culminaba una experiencia del clasismo imborrable. Trece años de coordinaciones zonales con Corni y Terrabussi, como antes con Ford, y de haber sido cabeza de uno de los procesos clasistas -de la Naranja Gráfica- más impresionante de la etapa junto a los más importantes talleres del gremio.


Desmenuzamos y denunciamos el convenio flexible Fiat-Smata y editamos el folleto “La Bolsa o la Vida”, suplemento de Prensa Obrera clarificando el robo y el destino de las AFJP.


Prensa Obrera acompañó las puebladas de Cutral Co, de Tartagal y Mosconi, las transformó en su eje y así fue factor en el nacimiento de los fogoneros, primero, y del movimiento piquetero después.


Prensa Obrera estuvo en la cocina del Argentinazo de diciembre de 2001, preparando la conciencia obrera y popular ante la catástrofe inevitable: “Fuera De la Rúa y Cavallo”. Luego seguiría la fundación del Polo Obrero, de las primeras asambleas piqueteras que darían comienzo a la emergencia del Bloque Piquetero y siete “Asambleas Nacionales de Trabajadores” organizadas por el movimiento piquetero y un amplio sector de asambleas populares que acuñó la consigna “piquete y cacerola, la lucha es una sola”; una alianza de clase que volvió a repetirse con el movimiento obrero el 18 de diciembre último, según la propia Prensa Obrera.


Ya en el siglo XXI -en papel y on line-, la heroica ocupación de AGR-Clarín de 82 días se siguió más que semanalmente, en cada iniciativa, al igual que la ocupación de Interpack en 2007, caso único en una lucha salarial; lo mismo la gran huelga de Conadu Histórica de 2016 que rompió los techos salariales del momento. Las huelgas de Kraft en 2009 marcan un hito, porque al término de una huelga derrotada titulamos “Victoria de la conciencia obrera” con la victoria de la lista 2, encabezada por el PTS, que llamamos a votar porque había rechazado la “paz social” firmada por la dirección del PCR. Se pueden seguir los 42 días de paro de Perfil o las grandes huelgas de Foetra y muy particularmente el proceso del subte, su cuerpo de delegados clasista, sus huelgas triunfantes, la lucha por las seis horas en unidad con la banca del PO en la Legislatura y con el movimiento piquetero, al igual que las fábricas ocupadas.


El organizador


Verán en Prensa Obrera el desarrollo y la construcción de sindicatos clasistas desde el pie como AGD-UBA o el Sitraic. La lucha por el frente único que llevó a las resonantes victorias de los Suteba combativos. Pero queremos destacar, en el cierre de este resumen una experiencia única para una prensa revolucionaria, que orienta y que organiza. El PO no existía en el Sutna. Pero el PO zonal y Prensa Obrera se preocuparon por fijar posición política en la compleja elección en la que la Lista Negra gana la seccional San Fernando. Votamos a la Marrón de izquierda en lo nacional, pero votamos la Negra en la seccional que podía caer en manos de la burocracia de Wasiejko. Allí empezó, políticamente, con esta posición de clase, el trabajo político del Partido Obrero, con el que a la postre contribuimos a la victoria del clasismo en el Sutna nacional, tal vez la más importante de la etapa actual.


Prensa Obrera, las batallas obreras y la lucha por una nueva dirección del movimiento obrero son inseparables. Así se volvió a ver en la tapa anterior a las jornadas de diciembre “Crece el rechazo popular” y en el editorial: “Mar de Fondo”. No sólo intervinimos en esas jornadas, las preparamos a través de nuestro periódico.