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21/9/2006|964

TVB: Se aceleran los tiempos

La movilización a Plaza de Mayo del 15 junto de miles de docentes, estudiantes y obreros de otros gremios fue un aliciente muy oportuno para los trabajadores de TVB para colocar en el contexto de la lucha general contra el régimen de degradación de las condiciones de vida de la población.

Un nuevo corte del Camino de Cintura el martes 19 y una jornada con los familiares, que culminará en un acto a las 16 horas el viernes 22, son las medidas votadas para seguir acrecentando la presión sobre la planta desde el exterior.

Mientras tanto la producción sigue paralizada, lo mismo que la circulación de vehículos. La semana pasada fracasó otro intento patronal de sacar una carga de la empresa. Los compañeros de adentro bloquearon los portones desde el interior, desbaratando una maniobra de la patronal para dar intervención a la Justicia, con el pretexto de que desde afuera se impedía la circulación de los camiones.

Los representantes de la empresa se ausentaron el lunes 18 de la audiencia en la Subsecretaría de Trabajo con el argumento de que temían por su integridad física, habida cuenta de las denuncias públicas efectuadas contra Raúl Pizarro Posse por su condición de represor del proceso. Recordemos que este personaje amenazó a los abogados de los trabajadores, durante el transcurso de una audiencia, con expresiones como “ustedes deberían estar colgados de un gancho”. Con esta ausencia la patronal indicaría que habría interrumpido el único canal — absolutamente formal por cierto — de discusión entre las partes.

La empresa insiste en dar por concluida la conciliación obligatoria mientras espera el resultado de su apelación del fallo del Tribunal del Trabajo N° 4 de La Matanza que en su momento avaló la orden de reinstalación. Al mismo tiempo el Tribunal N° 5 decidió no hacer lugar a la medida cautelar presentada por los abogados de la Interna. La cuestión de fondo de esa presentación judicial (que los despidos obedecen a una operación para debilitar la capacidad de negociación de los trabajadores en vísperas de una paritaria salarial) quedó pendiente de resolución, pero los plazos ‘normales’ de este tipo de trámite van de varios meses a años; un tiempo del que los trabajadores obviamente no disponen.

Es justamente en virtud de este factor, tiempo, que la táctica de aguantar hasta que la empresa se vea obligada a salir del lock-out, despierta dudas en muchos activistas.

Miguel Bravetti