Una pequeña anécdota: mi trabajo de vendedor me tiene en contacto con un lugar donde hay unas quince empleadas, en su mayoría de 22 a 30 años. Desde hace un tiempo les hablo del Partido, y una corriente de simpatía e interés comenzó a crecer por parte de ellas, en especial por el asesinato de Mariano, por nuestros planteos sobre el salario y por el impuesto a las ganancias.

Hace unos días llegué y, en una forma muy exultante, les transmití la alegría por el triunfo de la lista Multicolor del Suteba. Para mi sorpresa, un aplauso cerrado de todas -como si hubiera sido una conquista propia- invadió las paredes del local, lo cual me produjo una emoción enorme.

Los piqueteos de Prensa Obrera en los barrios confirman un gran descontento por parte de la población trabajadora y la búsqueda de una salida que represente sus intereses, y de representantes que los lleven a cabo. Las asambleas en los barrios son fundamentales. En Parque Patricios hubo 130 vecinos, la gente que pasaba por la puerta del lugar, con las bolsas del supermercado, decía: "Mirá, está Altamira". Los últimos acontecimientos -el crimen social de Once, las inundaciones, la represión en el Borda, los asesinatos de los qom, las impresionantes denuncias de corrupción- han clavado un puñal en el corazón de este gobierno 'nac&pop', cuya salida es aguantar hasta las elecciones a como sea, frente a una oposición que de oposición no tiene nada, y que plantea una salida tan antiobrera como el cristinismo. La impresionante asamblea de los compañeros de Clarín y los triunfos de la Multicolor en el Suteba marcan el camino.

Compañeros, multipliquemos por cientos la venta de nuestra prensa y organicemos asambleas cada vez más numerosas en los barrios. Y reclutemos cientos, miles, a nuestras filas. Es la hora de la izquierda revolucionaria. Es la hora del Partido Obrero.