En Mar del Plata, este 2011 se cerró marcando la concreción del Frente de Izquierda, un gran acierto político que constituyó una alternativa política visibilizada en gran manera por los traba-jadores.

Esto se manifestó claramente en la importante movilización de este 20 de diciembre, en la que a diez años del Argentinazo y bajo un verdadero diluvio, más de mil compañeros marcharon por las calles de la ciudad. Esta jornada estuvo marcada por un gran triunfo político del Partido Obrero, que logró introducir en el documento leído un gran reconocimiento a la rebelión popu-lar que echó a De la Rúa-Cavallo, pero, además, logró que se remarque cómo, en la actual etapa política, todas las medidas antipopulares tomadas por el gobierno (tarifazos, ley antiterrorista, crisis política puertas adentro del gobierno) manifiestan claramente que el proceso del Argentinazo no ha sido cerrado ni por el ascenso del kirchnerismo en 2003 ni por su votación el 23 de octubre.

El Frente de Izquierda contó con una nutrida columna. El Partido Obrero se movilizó con alrede-dor de 150 compañeros y se destacaron las columnas del Polo Obrero y de la UJS, así como la presencia de trabajadores del pescado, docentes, estatales, judiciales, textiles. Todos marchamos una hora, bajo un diluvio, para no sólo recordar la gran rebelión popular de 2001, sino también para reforzar las filas del PO y enfrentar el avance de un gobierno que viene a descargar el ajuste y la crisis económica y política sobre la espalda de los trabajadores.

El 28 de diciembre cerramos nuestro gran año 2011 con un brindis en el nuevo local que abrimos en la ciudad. Allí concurrieron alrededor de un centenar de compañeros; la actividad contó con la presencia de Daniel Rapanelli.

Corresponde remarcar que la apertura de este local partidario en la zona céntrica fue votada como primera resolución en la asamblea del PO en noviembre, en el camino de fortalecer el Frente de Izquierda. Se pudo concretar tras una gran agitación financiera. Es nuestro tercer local en Mar del Plata.

En la intervención de Rapanelli se marcó la necesidad, en esta etapa, de luchar por paritarias libres, por derrotar el tarifazo, por restituir las asignaciones familiares, por terminar con el im-puesto al salario y desprocesar a los luchadores, todo lo cual debe enmarcarse en un propósito político de conjunto: agrupar a los obreros y a los luchadores en una perspectiva propia. Con ese propósito se llamó a reforzar las filas del Partido Obrero, para fortalecer y desarrollar al Frente de Izquierda como alternativa política de los trabajadores.