VICENTE LOPEZ | Crisis por arriba, rebelión por abajo

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POR UN CONGRESO DE BASES Y ASAMBLEAS POPULARES
El intendente de Vicente López, Enrique “Japonés” García, hace frente hoy a la peor crisis de su largo gobierno. García entregó espacios costeros al empresario De Narváez para instalar un supermercado, y la movilización popular para impedirlo derivó en un pedido de juicio político en su contra y contra otros 12 funcionarios municipales. Esto ocurre a pesar de que García usó en su defensa todo el aparato de gobierno, incluida la patota.
La crisis adquiere otra magnitud por la puja preelectoral y, sobre todo, por el reguero de luchas obreras en Vicente López.
Tal es el caso, por ejemplo, de la química Ecotrash, cuyos 30 obreros, por medio de paros y asambleas, conquistaron su convenio colectivo y aumentos salariales. Ahora, para hacer frente a los despidos y a la posibilidad de cierre de la planta, instalaron una carpa que lleva más de 15 días y se ha convertido en un centro de reagrupamiento, solidaridad y lucha de la clase obrera de la zona.
También los telefónicos del distrito luchan en unidad para imponer su convenio; los jóvenes de Atento protagonizan una lucha encarnizada que lleva años contra el tercerismo y los 800 pesos de hambre que paga Telefónica de Argentina.
El transporte, un polvorín
La situación del transporte distrital es estrepitosa; las empresas presionando por aumentos y subsidios mantienen circulando unidades con condiciones insostenibles; la primera crisis en ese sentido se desarrolló en la Línea 93.
Luego de varios meses de vaciamiento la patronal, La Nueva Era dejó de circular, dejando la empresa en manos de la síndico que maneja el concurso de acreedores. Los trabajadores ocuparon las instalaciones de Munro, movilizándose al Ministerio y al gobierno municipal, cortando el Puente Pueyrredón y defendiendo con uñas y dientes la fuente de trabajo. La UTA, a todo esto, llamaba a abandonar las medidas, dejando las negociaciones en manos del sindicato.
Luego de un mes de luchas, la síndico entregó los recorridos a Monsa (60) que monopoliza el transporte en casi toda zona norte. Los nuevos dueños introdujeron un nuevo factor de crisis; sin poner un solo colectivo exigen una rentabilidad superlativa, para lo cual exigen niveles de productividad sobrehumanos.
Al mismo tiempo que se desataba la crisis de la 93, la línea 19 vivía su propia crisis; la patronal exigía a los trabajadores que por ningún motivo pararan un recorrido; los que lo hicieron sufrieron amenazas y hasta sanciones. La patronal desguazó una importante cantidad de unidades, con la consecuente desmejora del servicio.
En los últimos días, los choferes de Lisa (365 y 203) fueron al paro exigiendo el pago de salarios adeudados; ante la negativa de la patronal no dudaron en apelar a los métodos piqueteros; cortaron el tránsito en Puente Saavedra, ocupando las calles con los colectivos.
En todos los frentes
El gobierno municipal promueve también el desarrollo de Clínicas Privadas; por todo el distrito proliferan clínicas y consultorios privados que capitalizan el vaciamiento de la Salud Pública.
En el Hospital Vicente López (Houssay) trabajan más médicos ad honorem que con nombramientos; todos los servicios no profesionales fueron reemplazados con los PEL (Planes de Emergencia), trabajadores sin cobertura a 450 pesos el mes.
En el invierno de 2005 el Hospital, junto a la Maternidad Santa Rosa, encabezaron una huelga general municipal que duró varias semanas y que conquistó, con métodos radicalizados, un 35% de aumento salarial y el pase a planta de algunos contratados. El “Japonés” García había anunciado “que no había ningún aumento previsto para ese año”. El secretario general de Municipales llamaba a retornar al trabajo para aceitar la negociación. Los trabajadores continuaron en la lucha y triunfaron.
García se lanzó con todo a encabezar el crimen social de la privatización de la salud; sólo los trabajadores que defienden su salario y su fuente de trabajo pueden abrir una perspectiva de salida al estado catastrófico de la Salud.
Pepsico Snacks ha contratado a todo su nuevo personal por agencia; la burocracia de Daer logró desplazar de la interna al PTS que centró la lucha en la legalidad. Trabajan en turnos rotativos y cada tres meses despiden a una tanda de contratados para reemplazarla por otra. Los trabajadores de expedición trabajan bajo convenio americano.
Poett, fábrica de desodorantes de ambiente, produce con todo su personal en negro, imperando la rotación del personal con despidos masivos según producción.
En Plastinor, fábrica plástica, fue electa una nueva comisión interna de jóvenes luchadores, que llevó a la lucha a la planta y conquistó aumentos y categorías.
Schneider Electric, inaugurada personalmente por el Japonés García, tiene un 80% de personal contratado por agencia. Trabajan turnos rotativos en condiciones de sobreexplotación.
Necesitamos discutir, por sobre todas las cosas, un programa de reorganización obrera del distrito que atienda y priorice las necesidades de los explotados. O sea, un congreso de bases.