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21/12/2006|977

VILLA EL LIBERTADOR (CORDOBA) | Un triunfo que nos plantea nuevas tareas

Después de tres años de lucha, los vecinos de Villa El Libertador, junto al Polo Obrero, hemos conquistado una de las principales reivindicaciones del barrio: la construcción de 150 viviendas para fines de 2007 y el compromiso de 400 viviendas más. Las familias beneficiadas son parte de un padrón que en los últimos meses se ha duplicado.

La zona sur es una de las principales residencias de trabajadores ultra flexibilizados de la construcción y fabriles. A pesar de sus largos jornales, no logran obtener una casa por medios propios. El descomunal aumento de alquileres ha llevado a que en cada casa deba convivir más de una familia.

Estas viviendas (parte de los planes de vivienda de De la Sota y K) no fueron concebidas como un beneficio a los trabajadores. Son subsidios encubiertos a los grandes pulpos de la construcción: el Estado paga por “countries”, pero los trabajadores reciben viviendas precarias alejadas del conurbano.

Un triunfo importante de esta lucha fue haber neutralizado el intento de “relocalizarnos” ¡a más de 20 kilómetros del actual centro de residencia!, donde tenemos nuestras familias y el trabajo. El desplazamiento de los sectores más precarizados responde a un plan de revalorización del negocio inmobiliario de las zonas céntricas.

Las 150 viviendas obtenidas por el Polo Obrero son parte de un barrio en construcción con 2.500 viviendas que va a producir un importante impacto ambiental en la zona, principalmente en las escuelas y el transporte, que no dan abasto. Tenemos que aprovechar este triunfo para avanzar un programa que plantee una planificación integral que mejore la calidad de vida de los más de 100.000 vecinos de la zona. Fortalezcamos la organización para:

– Poner en pie un plan habitacional de emergencia que contemple a todos los vecinos “sin techo”.

– Plan integral de transporte que garantice frecuencias y recorridos accesibles a todos los vecinos y abarate el costo del cospel.

– Construcción y refacción de escuelas acordes a las nuevas necesidades de la zona.

– Conexión gratuita de todos los vecinos a las redes de cloacas y gas.

Este plan de urbanización debe ser estatal, planificado y controlado por los vecinos y trabajadores de la zona; incorporando mano de obra desocupada con salarios que permitan que el pago de los alquileres no consuman más que el 20% de los ingresos.

La tarea es fortalecer la organización de todos lo vecinos para redestinar las superganancias de las empresas que lucran con la obra pública a satisfacer todas nuestras necesidades.

 

Beatriz Salazar y Alejandro Roqueiro