“Derrotemos las intimidaciones parapoliciales”

Compañeros:


El viernes 18 de julio han comenzado a perseguirme. Cerca de las 3 de la mañana se presentaron en mi domicilio dos señores que me buscaban para que me presente a declarar en la causa de Panario, como testigo de Basilio Estrada. Les manifesté que no estaba notificada y ante la insistencia, les dije que a esa hora no corresponde que vaya a declarar a ningún lado. Luego de esto se fueron. Ese mismo viernes, a las 12 de la noche, me interceptaron tres personas cuando llegaba a mi casa. Una señora y dos hombres, sin identificarse, me interrogaron largamente acerca de un sinnúmero de compañeros, especialmente por Sandoval y Barriga. Contesté que no sabía nada de ellos desde que el gobierno los persigue por luchar y reclamar por los derechos de los desocupados. Preguntaron también sobre nuestra presencia en la pueblada de Cutral Co y me pedían que los acompañe para ‘declarar’ en el caso de Estrada. Finalmente, se retiraron luego de decirles que ya había consultado con el abogado y no iba a ningún lado y que tampoco estaba de testigo como ellos decían.

Al lunes siguiente, 22 de julio, se presentaron dos señoras a las 7.30 de la mañana cuando me dirigía a realizar una changa de limpieza. Me preguntaron si pertenecía a la Coordinadora de Desocupados, y ante mi respuesta afirmativa, me invitaron a una reunión en el Barrio Los Pumas (no lo conozco). Cuando les dije que iba a ir con otros compañeros, me dijeron que vaya sola y que ellos me llevaban y traían en auto. Luego, a la tarde, me mandaron a decir que me esperaban a 10 cuadras de mi casa, donde me esperaba un vehículo.


Desde el primer momento nos quedó claro que ésta era un intimidación lanzada por el gobierno. Por eso, con la Coordinadora de Desocupados realizamos una recorrida por los medios para denunciar esta situación, comunicando también a los organismos de derechos humanos.


Compañeros: esto es tan sólo para que nos quedemos quietos, para que no sigamos luchando, igual que antes del Congreso de Desocupados, cuando tuve una persecución policial; en esta oportunidad, la denuncia pública paró las intimidaciones.


Llamo a todos los compañeros que reciban estas intimidaciones a no bajar los brazos, a denunciar públicamente, a seguir organizándonos y unificar la lucha de la Coordinadora. Debemos salir a la calle para que nuestros reclamos se escuchen, marchar todos juntos. No dejemos que el gobierno nos asuste con cuantas cosas se le ocurra para evitar que nos organicemos y callar nuestras voces. Sigamos adelante con la lucha de los desocupados.