¿Dónde está Sergio…? ¡Que el Gobierno responda Ya!

Ya han pasado más de dos meses desde la desaparición de nuestro compañero Sergio Avalos, estudiante de la Facultad de Economía de la Universidad del Comahue. Se lo vio por última vez la madrugada del 14 de junio, en el boliche bailable “El Fuerte”, más conocido como “Las Palmas”.


Al respecto, hoy, no se sabe nada; sólo que en estos casi tres meses todo lo que se podía hacer se hizo tarde o no se hizo. La policía provincial, que está en la mira, sacó un cartel desconociendo que a Sergio se lo vio por última vez en Las Palmas. ¿Por qué la policía “desinforma” sobre el lugar de la desaparición? ¿Será porque “Las Palmas” era vigilada por policías y gendarmes?


El viernes 5 de septiembre, los dos diarios de la región destacaron que el Concejo Deliberante votó una ordenanza que obliga a todos los boliches a poner filmadoras en lugares estratégicos, detectores de metales, y restricciones horarias. También estipula la “contratación de un seguro de responsabilidad civil para el caso hipotético de que un cliente sufra un accidente en el boliche” (Río Negro, 5/9). Toda esta preocupación pretende ocultar que no hay ninguna respuesta.


Nosotros nos preguntamos: ¿La desaparición de nuestro compañero se debe a la ausencia de una cámara de video, o de un detector de metales, o a que los boliches están abiertos hasta altas horas de la madrugada? La respuesta es No.


La Mañana del Sur (un poco más comprometida con el gobierno, quizás…) sutilmente quiso contestar esta pregunta de una manera distorsionada, diciendo: “…contrario a lo que pasó en otras jurisdicciones del país, donde la adopción de las cámaras se basó en el polémico accionar de los patovicas, aquí el detonante fue la desaparición del muchacho…” (5/9).


Este diario intencionadamente quiere desligar a los patovicas del problema de la desaparición. ¿Por qué? Todos sabemos las denuncias que ya tenían los patovicas por abusos. Estos patovicas eran militares, policías provinciales y federales en ejercicio haciendo “extras”. En un boliche que ya tenía denuncias previas y cuyos dueños, no oficialmente, estarían en simpatía con el gobierno, tanto provincial como municipal, que a cambio de algún “dinerillo” miraba para otro lado.


Volviendo a la pregunta anterior: nuestra respuesta es que el responsable es el Estado, su policía y su gobierno, que en su descomposición ampara a milicos golpeadores y a empresarios mafiosos, que seguramente despu és de todo este tiempo algo tiene para decir sobre nuestro compañero.


Llamamos a la comunidad en general a retomar la movilización como una herramienta necesaria para presionar a los verdaderos responsables. Movilicémonos masivamente a la Casa de Gobierno, porque detrás de esos muros se encuentran las respuestas para todas nuestras preguntas.