¿Dónde estás hijo mío, que no te puedo encontrar?

Mis experiencias amargas, tristes… los tres primeros meses, espantosos, recorrí calles, hospitales, lugares amigos… y nadie sabía nada, nadie lo vio. Los primeros 8 días cajonearon la denuncia por desaparición que hice en la Comisaría 1ª de Olivos. Ellos sabían qué pasó con mi Boli; todos saben, pero este es el país del “no te metás”. Lloré mucho, pero me endurecí y me prometí no bajar los brazos ni la búsqueda.


Agradezco al Partido porque me apoyan y creo que me aprecian, y también a todas las madres que me acompañan. En cada marcha me siento con más fuerzas que nunca para seguir buscando a mi hijo.


He conocido a muchas personas, por ejemplo al Dr. Cafiero, que me prometió mucho aquel 26 de octubre de 2002; pero fueron sólo palabras porque brilló por su ausencia.


Hablé con el presidente de la Fiscalía y bueno, se aceleró la búsqueda; con Duhalde (el de DD.HH.)… y nada. En fin, he hablado con tantos diputados, pero todos son iguales; hacen promesas que no cumplen, y las palabras se las lleva el viento.


Es horroroso lo que mis ojos vieron en este trayecto de 1 año y 4 meses, cómo tienen a los chicos de la misma edad de mi Raúl, y aún sigo buscando. Mis noches son sin sueño pensando por qué lado buscar; y no aflojaré nunca, lucharé hasta encontrarlo y lo lograré.


Fui a Santiago, conocí a las familias de Leila y Patricia, y me emocioné mucho: allí la gente se une y cada marcha llenan como diez cuadras. Si todos nos uniéramos aquí sería nuestro triunfo.


Y a los tres uniformados que secuestraron al Boli, que lo golpearon, torturaron y desaparecieron, les digo esto: no voy a parar hasta que caigan junto a los otros dos cómplices; juro por Dios que cumpliré, y pediré perpetua si mi hijo llega a aparecer sin vida y quizás pediré lo mismo si está bien.


No lo olviden, le negaron sus derechos, ustedes merecen lo peor. A la Justicia exijo que me devuelva a mi hijo; con vida lo llevaron, con vida lo quiero.


Cada vez que participo en un acto del Partido Obrero veo la fuerza de los compañeros y los felicito; ellos me brindan seguridad para seguir adelante.


Pido a los que vieron algo aquel día por favor llamen al 4732-7368 o 4736-8297.


Gracias Pablo, Taky, Güeso (los quiero, chicos).


Mercedes Gutiérrez, madre de Raúl “el Boli” Saliwonczy (secuestrado y desaparecido por la Policía bonaerense en mayo de 2002. Todos los días 30 nos movilizamos contra el gatillo fácil desde Carlos Tejedor y Acassuso, Munro, Vicente López)