El segundo asesinato de Walter Bulacio

La causa por el asesinato de Walter Bulacio está a punto de prescribir. Después de años de dilatar la investigación, la Justicia cerrará el próximo 16 de mayo la causa, y el asesino de Bulacio, el comisario Espósito, que ya está en libertad, sería declarado inocente.


Hace más de 10 años, Walter Bulacio fue detenido junto con decenas de jóvenes en un recital de Los Redondos, en el estadio de Obras Sanitarias. Trasladado a la Comisaría 35°, fue golpeado brutalmente. Seis días después falleció en el hospital. Walter era estudiante del colegio Rivadavia de la Capital Federal. Juicio y Castigo por el crimen de Bulacio se convirtió, gracias a la movilización juvenil, en un estandarte de la lucha contra la represión policial, el “gatillo fácil” y la impunidad de los asesinos a sueldo del Estado. Fue uno de los antecedentes que prepararon la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre.


El entramado para dejar impune el asesinato de Walter comenzó en el mismo momento en que era salvajemente golpeado en la comisaría. De entrada la causa de dividió en dos. Una, que ya prescribió el pasado 25 de junio, por la detención arbitraria de los jóvenes sin informar a un juez de menores. La otra, por “torturas seguida de muerte”, la causa de Walter. La Justicia descalificó el testimonio de un policía que declaró que vio cuando se golpeaba violentamente a Walter y cerró la causa.


Recién en 1996, el expediente se elevó a juicio. La fiscalía pidió 15 años de prisión para Espósito; los abogados defensores, 6 años. ¿Qué pena recibió Espósito? Ninguna.


Frente a la Justicia, Espósito señaló que una norma interna de la Federal, denominada “memo 40”, autorizaba a la policía a detener menores sin dar intervención a un juez. Es decir que la Federal es una organización para-estatal y conspirativa. Aunque el “memo 40” fue luego derogado para evitar el escándalo, la actividad de la Federal no se modificó.


Llamamos a organizar una gran manifestación de la juventud, los organismos de derechos humanos, la Fuba y las asambleas populares y orgenizaciones piqueteras para impedir que prescriba la causa y para poner a Espósito tras las rejas.