En Ciudad Oculta y Barrio Transitorio

El domingo 29, Silvia, una nena de 5 años volvía junto a su madre de cuidar coches en la playa de estacionamiento “El Resero” por apenas unas monedas.


Cuando llegó a Av. Eva Perón fue atrope­llada por un auto conducido por el cabo J. Schiavina, que se desempeña como chofer del Comisario Tristán Ramos de la seccional 48. Según cuenta una vecina que presenció los hechos, el cabo salió de la comisaría con un Renault 12 y atropelló a Silvia, después de lo cual salió corriendo para refugiarse en el des­tacamento sin prestar ninguna ayuda a la niña que había quedado atrapada bajo la rue­da del coche.


La actitud inmediata de los policías que se encontraban en el destacamento fue la de solidarizarse con el cabo y hasta golpearon e intimidaron a vecinos que estaban auxiliando a la niña; en ningún momento se dedicaron a recoger pruebas que sirvan para el esclareci­miento de los hechos.


La indignación explotó y unos doscientos vecinos cortaron la Av. Eva Perón, quemando gomas y tirando basura. En un principio se estaba gestando una “Marcha del Silencio” por el esclarecimiento de los hechos, pero por el momento fue suspendida por decisión de la Comisión Vecinal del B° Transitorio donde vive la familia de Silvia.


Por último hay que decir que una de las más importantes testigos presenciales no fue citada a declarar y que tampoco se le tomaron sus datos, que la propia abogada de la familia (Crónica del miércoles) solicitó que se investi­gue el presunto delito de “encubrimiento, destrucción e inutilización de evidencias que podían haber servido de pruebas”.


Se hace necesario esclarecer estos hechos. Para ello hay que retomar la iniciativa de marchar para exigir justicia convocando desde las comisiones vecinales de Ciudad Oculta y Barrio Transitorio, a todo el barrio de Lugano y Mataderos a los partidos políticos de la zona y organizaciones sociales.


las va a tener que ver con los trabajadores telefónicos, que vienen en un proceso creciente de moviliza­ción. Y que en la concentración del 26 participaron con una columna de más de 1000 compañeros bajo la ban­dera del plenario antiburocrático del Sindicato Buenos Aires.


Con este programa se marchará al plenario de delegados convocado para el 11 y hacia la asamblea del 24, dos grandes instancias de movi­lización.


Están colocadas las piezas de una batalla decisiva. Al repudio del pre-acuerdo, debe agregarse el con­tra-proyecto y el pliego propio de reivindicaciones de los trabajadores (jornada de 7 horas, aumento sala­rial, estabilidad laboral) como pro­grama de lucha.